Emilio entra a la habitación y toma al doctor por la camisa y estampa su puño en la cara y lo estrella contra los aparatos que hay en la habitación, las enfermeras entran y tratan de separarlos pero no lo consiguen me miran a mí para ver si yo puedo hacer algo.
- ¡Emilio! Ya no más para - me levanto de la cama y lo tomo por el sueter- por favor.- me mira y suelta al doctor
- lo siento- es lo único que me dice y sale de la habitación y mi mamá entra.
- ¡¿Que pasó aquí?!- pregunta alterada al ver al doctor golpeado.
- lo que sucedió es que el doctor aquí presente quiso propasarse conmigo y Emilio le dio su merecido.
- hablare ahora mismo con el director del hospital y se lo are saber- el doctor le da una mirada de temor- hija Ana llegara el cualquier momento para traer tu ropa.
Asiento, veo como se llevan al doctor de la habitación y mi mamá va junto con el. Pasán vario minutos y ana entra a la habitación con un a bolsa de ropa y me la entrega, entro al baño y me cambio con mucho cuidado para no lastimarme, cuando salgo le cuento lo sucedido a Ana y ella apoya lo que hizo Emilio la puerta es abierta y entra mi mama con la orden de salida y una enfermera que trae la silla de rueda.
(...)
Entramos a la casa y me recibe un gran cartel de bienvenida y con ello toda la familia de Emilio y la mía al igual que nuestros amigos.
- ¡Bienvenida a casa de nuevo!- gritan todos.
- gracias, pero no tenían porque hacerme una fiesta?- les digo.
- claro que teníamos hoy celebramos que mi hermanita se le escapó a la muerte por segunda vez- todos rien- brindemos
Todos levantas sus copas y brindan, a mi me toco brindar con un vaso de jugo de Mora, todos se acercan a mi y me abrazan con mucho cuidado de no lastimarme, el único que no me abraza es Emilio en realidad no se lo que le pasa desde que llegué no me a dirigido la palabra y cuando trató de acercarme a él me evade.
Cuando la fiesta termina todos se van a sus casa, yo subo a la habitación para ducharme, cuando termino de bañarme me envuelvo en una toalla y salgo a buscar mi ropa interior ya que se me olvidó, salgo del baño y veo que Emilio está sentado en la cama no le presto atención y camino al armario escojo la ropa interior y mi pijama, entro de nuevo al baño y me coloco la ropa, salgo y veo que Emilio ya está cambiado me pongo delante de él
- ¿qué es lo que pasa contigo porque me evades?- le pregunto enojada
- No te evado, solo...- se rasca la nuca-solo que me enoje demasiado ver que ese doctor se quiso propasar contigo.- me acerco a él.
- nada me pasó ¿okay? Tu llegaste en el momento indicado- le doy un beso en los labios- y me salvaste.
Me siento en su regazo y comienzo a dejar pequeños besos en su cuello.
- Sofía... para no poder controlarme después- me dice entre jadeos.
- no quiero que te controles Emilio
Emilio toma un mechón de mi cabello y lo ubica detrás de mi oreja. cierro mis ojos y sus labio carnosos y dulces me reciben y con ese beso se iban formando sensaciones de deseos sobre mi piel, navegando hasta mi vientre haciéndome sentir excitada.
Su lengua abre pasó en mi boca y choca con la mía empieza a moverla con un ritmo electrizante para después sus labio succionar los míos, su mano baja por mi cabello hasta mi espalda, mete su manos bajo mi blusa y me la quita, intenta quitarme el sostén y cuando por fin lo logra, lo fue quitando hasta dejarme espuesta ante el.
Me levanta de su regazo suavemente y me deja caer en la cama, el mismo quita su camisa y quedé sin palabras al ver su abdomen tan marcado y esos músculos tan estrabagantes.
Me oculté mis senos sintiendo verguenza y el retiro mis manos mientras rozaba su nariz en mi mejilla, lleve mis manos hasta el botón de su pantalon para ayudar a retirarlo el coje mis manos y las coloca encima de mi cabeza hace que las deje allí y baja por mis senos se introduce mi seno derecho en su boca y empieza lamerlo haciendo que un gemido se escape de mi boca, su lengua hace movimientos circulares sobre mi pezon y el calor aumenta en mi cuerpo.Emilio hace los mismo con mi otro seno y sus manos acarician mis piernas, comienza a bajar lentamente mi pantalon junto a mis bragas. Se aleja y retira su pantalon y al momento de bajar su bóxer quede perpleja al ver el tamaño de su erección, me beso nuevamente y el bajo marcando besos por mi piel, había llegado hasta mi vagina, en donde paso su lengua y un cosquilleo me hizo gemir.
-¡ah!- no evite gemirle cuando su boca succionaba mis labios íntimos.
De porton separó mis piernas sin dejarme tomar fuerzas ni nada, tomo su miembro y lo paseó por fuera rozando con mis labios mayores y menores. Me toma de ambas manos y las aprieta al momento de sentir con entraba muy lento sobre mi sexo y siguió penetrando dentro de mi, el dolor y el placer quedado en mi hicieron que clavara en su espalda mis uñas. Toda su extremidad había acabado en mi interior dejándome completa de él.
-¡ah!
Sus embestidas eran lentas y rápidas a la vez, sus movimientos no cesaban de navegar en mi interior, luego Emilio me cargó y me hizo que me sentara encima de suyo baile encima suyo y me aferré a su cuello. Emilio volvi a dejarme debajo y salió de mi para seguir rozandome y entrando sobre mi. Me penetró hasta el fondo y comenzó a tocarme por fuera con sus dedos y ese deseo aumento rápidamente. No soporte más y lo tome de su cuello y lo atraje hacia mi para que me besara de nuevo.
-¡ah!- gimió en mi boca.
Hizo unos movimientos más lentos y llegamos al clímax juntos.
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Siempre seré tuya.
RomanceAmable, ingenua, inteligente, hermosa y trabajadora, esa es Sofía Rodríguez. Toda su vida da un giro inesperados cuando su abuela le anuncia que tendrá que casarse con el hijo del nuevo socio para así poder salvar a la empresa. Emilio Harrison mujer...