Si algún día estamos juntos.

Capítulo 49

Llegamos al hospital cerca de las 8:00pm.

Los tres bajamos del auto. Izan me acompañaría al igual que Keigo. Los tres entramos al hospital y fui hasta recepción. Había una señora muy mayor ahí, ambas nos saludamos y pedí información de mi padre, primero iría con él. Me dijeron que no eran horas de visitas pero expliqué que apenas había llegado al país, fue solo por esa razón que me dejaron pasar.

Tomamos el levador y fuimos hasta el piso tres.

Caminamos buscando su habitación, la 78.

Al llegar solo me quedé de pie frente a esta.

—Izan y yo te vamos a esperar aquí, necesitas hablar con tu padre a solas, cualquier cosa estaremos aquí.

—Muchas gracias Keigo -dije y toqué la puerta-.

Abrí lentamente la puerta y vi a mi padre sentado en aquella cama. Él miró hacia la puerta y pude notar su sorpresa.

—¿____________? ¡Santo cielo, si eres tú! -dijo y caminé hasta él. Ambos nos abrazamos y lloramos en ese momento- Creí que no te volvería a ver, ese ataque fue el peor.

—Ahora todos estamos bien y todo estará bien, no te preocupes.

Y así fue como estuve hablando casi una hora con él. Le dije todo lo que pasó desde que vi las noticias esa noche. Que le pedí ayuda ese héroe con el que hice mi pasantía y fue quien me acompañó en mi viaje para cruzar casi medio mundo y que estaba afuera de la habitación. También le dije lo que Aizawa me dijo, que no obtendría una licencia que me acreditara como héroe. Mi padre se puso triste me fue positivo, me dijo que no habría problema, que podría estudiar de nuevo.

—Ahora dile que pase, quiero conocerlo-.

—¿Estás seguro? Una vez que lo conoces no hay marcha atrás -dije sonriendo-.

—Anda, dile que pase, quiero darle las gracias en persona.

—Bien -dije y me puse de pie, caminé hasta la puerta y vi a ambos hombres hablando animadamente- Keigo, Izan -ambos me vieron- ¿Podrían pasar?

—Jamás he conocido los padres de una chica, no quiero que seas la primera -dijo Keigo y solo reí-.

—Ambos por favor.

—Claro que sí señorita -dijo Izan sonriendo-.

Ambos se pusieron de pie y venían detrás de mi. Mi padre los observaba.

—Bien, papá, él es Hawks -dije señalando al chico de alas- Y él, es Izan, él es... Ayudante de Hawks.

—Mucho gusto chicos, me da gusto conocer a las personas que ayudaron a mi hija para regresar -dijo mi padre sonriendo-.

—Eh... ¿____________? -dijo Keigo y lo miré-. 

—¡Oh! Cierto... Mi padre dice que es un gusto conocer a las personas que me ayudaron a regresar.

—Es un gusto señor -dijeron ambos haciendo una reverencia-.

—Será un problema traducir -dije sonriendo-.

Y así fue ese rato, yo traducía mientras mi padre o Keigo hacían preguntas. También le dije a ambos chicos que dijeran que Izan era trabajador de Keigo.

Tocaron la puerta u yo solo miré a mi padre.

—¿Tenías visita? -pregunté viéndolo-.

—No y tampoco es hora de mis medicamentos -dijo-.

La puerta se abrió lentamente y después se abrió toda, se escuchaban voces en el pasillo.

—Buenas noch... ¿____________? ¡HERMANA!