Capítulo 54

61 10 1
                                    

—¿De nuevo saldrás? ¿No te quedarás con nosotras a comer? -dijo mi mamá desde su escritorio-.

—Hace mucho que no comes con nosotras -dijo Sol algo molesta-.

—Tengo mi propio trabajo, yo solo estoy unida a ustedes por mi pequeña bodega de alimentos, ¿Lo saben, no? Además, tengo 21, soy un héroe -dije viendo a las dos mujeres frente a mi-.

—Ya sé que Wald es tu jefe y tienes que respetar eso -dijo mi madre- Pero debes de saber que aún somos tu familia.

—Claro que lo sé... Sobre eso, estaba pensando en tomar unas vacaciones familiares -dije y ambas me miraron- ¡Todos podemos tomar vacaciones y salir de viaje!

—Eso... No suena mal, me agrada tu idea -dijo Sol-.

—Piénselo -dije y me puse de pie- Papá podría tomarse unas muy merecidas vacaciones, mi hermano también y yo no tendré ningún problema, sería divertido -caminé hasta la puerta y volteé- Por cierto, iré al apartamento de Hawks, quedamos en comer los cuatro juntos, él, mi hermano, Izan y yo.

Salí junto a Izan de la agencia de mi madre. Ambos subimos al auto. Yo siempre iba atrás, era algo como un protocolo que debía de respetar, ambos cantábamos camino al apartamento de Keigo.

Al llegar ambos bajamos y tomamos la comida que llevábamos. Entramos al edificio y tomamos el elevador, marcamos el último piso y al salir fuimos directo a la pequeña casa de Keigo.

...

—Juro que me encantó eso, Keigo, eres bueno dando sorpresas -dijo mi hermano y todos reímos-.

—Creí que sería una buena sorpresa -dijo Keigo riendo- Esto de tener una terraza es normal en mi y bueno, que mejor que convertirlo en un pequeño cine.

—Juro que lo amo... Jamás creí que serías capaz de crear algo así -dije riendo-.

—Eso fue por que ayudé, no crean que solo Keigo hizo esto -mencionó Izan y reímos, menos Keigo-.

—Que gracioso Izan, el punto es, el pequeño cine está en mi apartamento, es lindo y tenemos comida, nada mejor que eso -dijo Keigo haciendo una pose heroica, reímos-.

La tarde fue muy tranquila, todos comimos en la cocina de Keigo y hablábamos de cualquier tema que se nos cruzara por la cabeza. Tener amigos así era muy bueno. Con ellos podía compartir cualquier cosa y nunca me dirían algo que me afectara, ellos sabían apoyarme, incluyendo a mi hermano.

La noche estuvo llena de risas, gritos y algo de lágrimas... Esto último fue por mí. Veíamos todo tipo de películas y nos divertíamos.

—¿Quieren proponer algo más? Estoy quedando dormido -dijo Keigo-.

—Mmm sí... Apoyo al rubio -dijo Izan-.

—¿Algo de música? -preguntó mi hermano-.

—¡Yo me encargo! -dije y me puse de pie-.

—Por favor, algo que no sea para bailar que ya es noche -dijo Keigo riendo-.

—¿Algo para tener una plática motivadora? -dije viéndolo-.

—Sí, eso suena bien -respondió y reímos-.

Coloqué algo de música, no triste y tampoco feliz... Sabía de mis métodos para que ninguno de esos tres chicos se aburrieran.

—¿Entonces de que quieren hablar? -pregunté viendo a los tres mientras me sentaba a lado de Keigo, este me abrazó-.

—¿Verdad o reto? -dijo mi hermano riendo-.

Si algún día estamos juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora