Si algún día estamos juntos.

Capítulo 26

Había pasado una semana desde que llegué a la agencia de Hawks, era sábado de igual manera.

Ambos caminábamos en las calles algo desoladas de la ciudad. Era aproximadamente cerca de las 5:00pm. 

Dijo que estaría en su agencia por mi pasantía y por que tenía muchas cosas que hacer hasta el próximo año, después él se irá a otra ciudad.

Algunas personas nos miraban y sonreían.

Algunas otras solo me veían mal a mí, quizás por estar a lado de Hawks o por que aún soy una estudiante.

Tenía mi traje de héroe, solo que mi cara estaba descubierta.

—¡ES EL HÉROE HAWKS! -chillaron del otro lado de calle, ambos volteamos a ver-.

—¿PODEMOS TOMARNOS UNA FOTO?.

—Ahora vuelvo -dijo Hawks viéndome, cruzó rápidamente y llegó al otro lado, eran dos chicas quienes habían gritado, vi como se tomaron la foto y de nuevo Hawks regresó a mi lado- Eso es parte de ser un héroe guapo -dijo sonriendo-.

—Demasiado diría yo -dije y él volteó- Es sarcasmo -sonreí-.

Seguimos caminando hasta llegar a un restaurante algo elegante.

Ambos pasamos y un chico nos llevó hasta nuestra mesa.

—¿Podrías decirme por qué estamos acá? -pregunté viéndolo-.

—Para cenar, ¿No es obvio? -dijo con algo de lógica... Sentí mi cara arder un poco-.

—Lo sé... Habló del por qué en un lugar así, esperaremos a alguien más ¿Cierto?.

—Bueno, hablé con un héroe que se supone debe de venir para aclarar algunas cosas que han pasado... Pero ni siquiera respondió a mi mensaje, así que cenemos -dijo riendo.

—Eres demasiado... No sé, quizás despreocupado -dije sonriendo-.

—Debes de ver la vida así, no te preocupes de nada.

Estuvimos al menos unas dos o tres horas en ese restaurante. Ambos parecíamos amigos de toda la vida, las risas no faltaron en ningún momento y nos conocimos aún más.

Hawks me había dicho que cuando estuviéramos los dos, podría llamarlo por su nombre. Agradecí eso, podría decir plenamente de que éramos amigos y todo iba por buen camino.

—¿Entonces crees que yo no podría soportar la comida de tu país?.

—Exactamente... Eres un tipo muy, ¿Cómo decirlo? Muy especial, sí, eso.

—¡Ay! ¿Acaso no me has conocido?.

—Por eso lo digo -dije riendo, él me lanzó se servilleta- ¡Oye! La tela arde.

—Eso te pasa por molestarme. Invítame y verás que seré incluso mejor que tú comiendo tu comida.

—¿Disculpa? Que no se te suba el ego Keigo -dije riendo, él solo sonrió-.

Ambos nos levantamos de la mesa y caminamos hasta la salida, nos despedimos y salimos.

—Quiero decir que sería mejor incluso que tú en tu propio país.

—No me puede retar señor Hawks.

—¡No me digas señor! Tenemos casi la misma edad -dijo y me tomó de un brazo, me jaloneaba como un niño-.

—¡Relájate! -dije riendo-.

Hawks me tomó del cuello y jugaba mi cabello, escuchaba su risa, yo solo me quejaba, no era su hermana menor para que hiciera eso.