𝗢𝟭. the return

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𝟎𝟏. EL REGRESO

Bajó del auto, quedando este de espaldas hacia ella, miró con determinación cada cosa alrededor de ella, ocasionando que varios recuerdos azotaran hacia ella, logrando que cerrara fuertemente los ojos, sin querer evitarlo una pequeña mueca se form...

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Bajó del auto, quedando este de espaldas hacia ella, miró con determinación cada cosa alrededor de ella, ocasionando que varios recuerdos azotaran hacia ella, logrando que cerrara fuertemente los ojos, sin querer evitarlo una pequeña mueca se formó en la comisura de sus labios, suspiró fuertemente y se mordió el labio. 

Lexington no había cambiado nada realmente, recordó que pisó este vecindario cuando tenía quince años, los señores Maclenster la adoptaron en aquel entonces, ella llevaba cuatro años en aquel orfanato donde había crecido con la compañía de las niñas igual que solidarias que ellas, donde sus padres las abandonaron, otros sin razones o otros por causas naturales. O en el caso de Astrid, un terrible accidente que marcó su vida.

Y ahora no podía creer que se había repetido la historia, había empezado a pensar que algo había conspirado contra ella, primero sus padres biológicos y ahora sus padres adoptivos. Solo pudo suspirar fuertemente mientras avanzaba hacia la puerta, mientras que la llave de aquella casa colgaba de su mano donde horas antes se la había dado su representante. Solo pudo observar la casa una vez más antes de adentrarse a ella, donde aquel olor reconocido a tabaco y whisky la inundó. 

Cuando menos se dio cuenta sus ojos se cristalizaron, dejando derramar la primera lágrima, y no porque estuviera triste de que los señores Maclenster hayan muerto mientras viajaban a verla a una de las presentaciones, si no porque cuando a la edad de diecisiete años la obligaron a irse de Kentucky para iniciar oficialmente su carrera de modelaje, y no quería irse porque había encontrado una nueva familia, porque había hecho su primera amiga en la escuela o porque de vez en cuando iba a ver el orfanato a aquellas amigas que había hecho. Si no porque aquí habían nacido sus padres, y de algún modo sentía que estaban con ella.

Pero toda aquella esperanza se derrumbó cuando pisó aquel avión, donde la señorita Molina Maclenster le dijo con sus palabras frías que iba hacer el boleto de que salieran de la pobreza, y mientras viajaba en aquel avión pegada de la ventanilla, las lágrimas empezaron a salir por si solas mientras sentía aquella penetrante mirada sobre ella.

Y lo cierto era que en Kentucky cuando vivía con los Maclenster recibía muchas miradas y halagos, sobre todo a su madre, diciéndole que era tan bonita como una muñeca y que debería ser modelo, que debería participar en concursos. Y desde allí fue que empezó a odiarse.

Donde solo la utilizaban por su cara, donde ganaba fácilmente los concursos y donde sus supuestos padres empezaron a ganar dinero a coste de ella. Todo empeoró cuando empezaron a llegar propuestas internacionales. Y aquí está.

Tres años después, con veintiún años, donde vuelve una vez más a quedarse sola, y la verdad es que en el orfanato ella se sentía acompañada, había noche donde lloraba hasta dormirse por extrañar a sus padres, pero con la compañía de Beth Harmon, la niña con la que junto su mamá con el papá de la pelinegra murieron. Astrid y ella  se desahogaron llorando todas aquellas noches donde extrañaban sus familiares, y es que ella siempre fue una buena compañía. Cuando Astrid se fue del orfanato la abrazó fuertemente mientras le repetía que se volverían a ver algún día.

Ya con Jolene fue otra historia, básicamente ella diciéndole que ojala no volver a ver su cara de muñeca nunca más.

Nunca se llevaron muy bien, pero había cariño de por medio.

O al menos eso pensaba Astrid.

Las lágrimas bajaban por su barbilla sin parar, y sin darme cuenta en aquel sillón donde se solía sentar el señor Mark a leer el periódico cada mañana, allí se encontraba sollozando abruptamente mientras aquellos recuerdos irrumpían su mente.

Las lágrimas bajaban por su barbilla sin parar, y sin darme cuenta en aquel sillón donde se solía sentar el señor Mark a leer el periódico cada mañana, allí se encontraba sollozando abruptamente mientras aquellos recuerdos irrumpían su mente

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Esta es una pequeña introducción, muchas gracias por comentar y la verdad es que desde que ví Gambito de Dama quería hacer un fic de Benny, ya que Thomas siempre ha sido mi crush y que mejor ocasión que esta.

Stan Thomas Sangster, tiene muchas más películas y series buenísimas, no se van arrepentir.



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EDITADO 2021

✓ 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗧𝗘𝗔𝗥𝗦 ━━ benny wattsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora