❛ ҂ 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗧𝗘𝗔𝗥𝗦 . . . ♜
── the queen gambit fanfiction
♟ Astrid conoció a Benny Watts durante una
noche joven en Las Vegas, quien diría que
después de esa noche, ambos siempre se
tendrían en la mente.
❝ Querida Astrid, guardate...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nunca pensó que en su vida se pondría tan nerviosa por aquel momento, creyó que seria cuando por primera vez participó en una pasarela, donde miles de ojos la estaban mirando, o cuando participó en una sesión para una revista en ropa interior cuando tenía casi dieciocho años, sin embargo nunca creyó que se pondría nerviosa porque renunciaría a aquel lugar, aquel lugar donde pasó su adolescencia, donde pasó meses escuchando órdenes de las mismas personas, realmente nunca se imaginó un día donde saldría de aquel lugar, quizás para ella era soñar demasiado, o quizás lo veía demasiado rápido, pero nunca antes había pensado en salir de aquel lugar.
Y en aquel momento mientras se encontraba parada de aquel lugar, mientras Andrew hablaba con el señor Collins—que por cierto, no tenía una muy buena cara en aquel momento—, y su abogado se encontraba aún lado de la chica, mientras escuchaba con determinación lo que ambos hombres hablaban, ella solo sentía como su corazón latía con rapidez, como si se quisiera salir en aquel momento, de vez en cuando Albert Collins le echaba miradas furiosas a la chica, pero ella solo esquivaba la mirada mientras sentía sus piernas temblar, y supo que en aquel momento solo necesitaba un abrazo o un agarrón de manos de parte de Benny.
Cuando firmó los papeles tenía tantas emociones encontradas que pensó que colapsaría en aquel momento, mientras su mano temblaba y su corazón con cada segundo parecía llenarse de vida, solo pudo suspirar y relajarse con aquella mirada que le brindó Andrew, nunca creyó que para un momento así el estaría de su parte, pero en gran parte le agradecía, a pesar de que aún no terminaba de comprender lo que incluso estaba pasando delante de sus ojos. Los minutos empezaron a pasar pero su mente estaba en otra parte, que no fue cuando el señor Albert—con su peor cara posible—le extendió la mano, Astrid le dio una mirada rápida a la mano, para luego mirar a Andrew y a su abogado, y con un pequeño suspiro estrecharon manos.
De camino a casa estuvo en silencio, mientras que la música sonaba a bajo volumen, destapando la suave melodía de Here comes the Sun mientras que Benny le acariciaba de vez en cuando la rodilla en círculos, sin embargo la vista de la chica de ojos azules no se despegaba de la ventana, y de las hermosas vistas que hacia afuera, mientras su respiración parecía mezclarse con el frío aire.
Cuando ambos llegaron a casa, ella avanzó hacia el sofá y mientras se sentaba sobre el, la primera lágrima bajó, y por primera vez en meses no estaba llorando por presión, tristeza o porque estaba asustada, sentía su alma tan libre que las lágrimas no tardaban en bajar. Benny se sentó a su lado y la abrazó por los hombros, en aquel momento Astrid sentía como el sol salía para darle una nueva vida, como si todo lo que hubiera vivido se estuviera marchitando, para que esta vez viviera las cosas que le hubiera gustado hacer desde el primer momento, sin sentirse presionada por nadie.
