En mis memorias

Intro

Caía lentamente... tratando de recuperar eso, quería salvar algo que me hacía fuerte, era una obsesión por alcanzar aquello que se había perdido, aun sabiendo que podría morir al tocarlo, estiré mi mano sin prestar atención, solo quería aquello que me hacía sentir vivo, estando a punto de morir.

Al despertarme, sentí que mi corazón explotaría en cualquier momento. Eché una mirada a mi grisáceo cuarto, vacío y frío...

Se hacía tarde y salí volando por la ventana, pasando las calles cubiertas de nieve, el manto blanco que se extendía debajo de mí se decoraba con escarcha que caía de mi bastón, la brisa fresca rosaba mi rostro y los copos de nieve se impregnaban en mi cabello.

Volé más a prisa, mis pies descalzos sentían el día invernal. Doblé por las calles sintiendo la adrenalina de los pocos minutos que me quedaban antes de que el timbre escolar sonara, aunque no quería ir a la escuela, más bien, quería ver a Tooth.

Ella fue a recibirme con un grito de felicidad y un abrazo muy apretado.

-¡¿OTRA VEZ SIN ZAPATOS?! ¡Te dará un resfriado si sigues así! ¡El piso está muy frío y no me preocuparé por ti si te encuentras enfermo! Así que por favor...ponte zapatos que te apestan los pies, ¿entendido?

-A mí también me da gusto verte Tooth. -dije con una sonrisa muy amable, siempre decía cosas así.

Tooth es de las pocas personas que me llegaban a entender y me apoyaban.  La única que se preocupaba por mí. Sí... así es Tooth.

-Tú no tienes remedio, ¿eh? Eres un caso perdido.

-Pero así me quieres.

-Tonto.

Me senté junto a la ventana llena de nieve, mi banca se decoró con escarcha, subí los pies a la paleta de la banca, tiré mi bastón al suelo y me recosté muy tranquilamente sin escuchar los gritos histéricos de Tooth, para ella los modales lo eran todo.

Antes de que dieran el toque para comenzar las clases, eché una mirada a los compañeros que estaban en el salón, gente que nunca había visto, gente que iba a escribir su historia conmigo en este nuevo curso escolar. Pitch se sentó lejos de mí, siempre temible y solitario, demostrando maneras nuevas de alejar a la gente.

-Supongo que a él le gusta estar solo. -le comenté a Tooth.

-No, definitivamente no, él necesita amigos. -respondió, sabía perfectamente de quien hablaba.

-No deja que nadie sea su amigo, es triste estar solo siempre.

-Sólo quiere que los demás le teman.

-Es triste, ¿no?

Asentí,  a Pitch lo que más le gusta es asustar a los demás con pesadillas y controlar sus mentes, es un extraño don, no creo que a él le guste el don de ser el malo de los cuentos. En ese momento volteó a verme y desvíe la mirada enseguida.