Niños de Petunia

Capítulo 15

Sirius miró de cerca a las personas que salían del partido de Quidditch. Había disfrutado viendo los bustos de las Arpías exhibidos de forma creativa y había visto a Moody y Dawlish sentados no lejos de él. Cuando supo que el partido terminaría pronto, hizo una seña a una sonriente Rita y a su fotógrafo y se dirigió afuera. Rita merodeaba cerca "haciendo una encuesta" entre los espectadores sobre si pensaban que Sirius Black era inocente o no.

Al ser un fin de semana, había una cobertura bien organizada para él... Severus, Lucius y Narcissa estaban cerca, disfrazados de fanáticos del Quidditch ligeramente ebrios.

Sirius se puso a cubierto, agitando los brazos y gritando con ojos salvajes:

– ¡Harry está en peligro!... ¡Peter Pettigrew lo va a matar!... – Sirius corrió, agitándose dramáticamente y prediciendo el fin del mundo como lo sabían si Pettigrew... la rata no era capturada.

Esta se había convertido en la misión de Sirius: mantener todos los ojos puestos en él y centrar la atención del mundo mágico en dónde podría estar Pettigrew, si Sirius estaba en lo cierto.

La multitud estalló, algunas personas se aparecieron de inmediato. Algunos corrieron a cubrirse, para ver el espectáculo desde una distancia segura. Algunos dispararon aturdidores a Sirius, quien esquivó o se agachó detrás de alguien, quien luego recibiría el golpe y caería como una piedra.

Hubo gritos, de magos y brujas que estaban siendo hechizados. Algunos le gritaban preguntas a Sirius, queriendo saber si realmente era inocente y cómo se las había arreglado para escapar de Azkaban. Rita trotó detrás de Sirius, gritando sus propias preguntas. Su pluma de citas rápidas y su bloc la siguieron, escribiendo frenéticamente y esquivando algunos hechizos propios de las víctimas anteriores de los artículos de Rita.

Moody y Dawlish se metieron en la locura, gritando a Sirius que se rindiera en nombre del ministerio, y lanzaron hechizos más peligrosos. Sirius siguió siendo capaz de evadir sus maldiciones, gracias a una poción de velocidad y agilidad que Severus le había dado justo antes del partido de Quidditch. Las víctimas de los intentos de Moody y Dawlish de capturar el llanto y los lamentos de Sirius se sumaron a los gritos enojados y la escena pronto degeneró en un caos.

Lucius y Severus lograron caminar directamente hacia un par de maleficios cuando consideraron que era el momento adecuado y cayeron sobre Moody, agarrándose el brazo de su varita... y su pierna. Moody trató de alejarse, pero los Slytherin hicieron una buena imitación de magos bajo un confundus y simplemente agarraron con más fuerza. Le tomó un poco de esfuerzo, pero Severus logró quitarle la pierna a Moody, después de hacer algunas cancelaciones silenciosas de los hechizos en la pierna.

Sirius vio su señal de acción y apareció en su forma de perro negro y corrió para levantar la pierna del suelo y luego corrió hacia ella. Moody se sacudió a los magos con un rugido y disparó uno o dos maleficios tras el animago que escapaba. Narcissa, escondida en un pequeño grupo de brujas confundidas, lanzó algunos escudos para proteger el escape de Sirius y luego se apareció antes de que pudiera ser interrogada. Lucius y Severus hicieron lo mismo lo más rápido posible.

El fotógrafo de Rita se fue antes de que cualquiera de sus fotos terriblemente vergonzosas pudiera ser confiscada, dejando a Rita presionando a Moody y Dawlish para interrogarlos sobre su clara incompetencia y si pensaban que Sirius era inocente... ¿y si sabían que él no iba a recibir un juicio?

Moody se puso de pie... err... un pie, en realidad. Se apoyó pesadamente en Dawlish y miró a Rita. La perra lo tenía en su lugar desde que había encarcelado a uno de sus amigos reporteros que insistía en decir la verdad sin importar a quién ayudara: el ministerio o los presuntos delincuentes. Podía ver el brillo de la malicia en sus ojos y sabía que no habría alivio para la humillación.