Capitulo 8

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Eva

Me encontraba durmiendo en el tren cuando siento como alguien me acaricia la cara y me llama de una forma que no me gustó para nada.

- Hugo: peque, despierta (le acaricia la cara)

Eva se remueve y abre los ojos.

- Eva: ¿perdona cómo me has llamado?

- Hugo: peque

- Eva: como te atreves a llamarme así, si sino nos conocemos de nada (dice con tono de enfado)

- Hugo: lo siento te he llamado porque, lo siento mucho, como estabas apoyada, me recordabas a una niña pequeña durmiendo apoyada en su padre, y me ha salido sin pensar. Lo siento mucho, no quería molestarte.

- Eva: si que me ha molestado, porque me has llamado así, y no nos conocemos y no hay confianza entre nosotros ni nada.

- Hugo: ya te he dicho que lo siento, que no quería molestarte.

- Eva: ¿qué querías? (sigue con el tono borde)

- Hugo: que yo soy de aquí de Córdoba y me bajo en la siguiente parada, era para que te incorporaras, para no levantarme y que te cayeras, no quiera hacerte daño.

- Eva: vale

- Hugo: y lo siento mucho por como te he llamado. Perdona.

Anuncian por los altavoces que la próxima parada es Córdoba.

- Eva: ¿no has dicho que eres de Córdoba?

- Hugo: si

- Eva: pues coge tus cosas que vas a perder la parada.

- Hugo: ya cojo mis cosas, lo siento mucho. Espero que tengas un buen viaje. Adiós.

- Eva: adiós

No me gusta para nada esas confianzas que se había cogido para llamarme deuda forma, vale que yo estaba apoyada en su hombro, pero hay mil formas para despertarme sin llamarme "peque" dios ni que fuera mis padre o mi novio, oh dios porque me ha llamado así, ahora no me puedo olvidar de esa forma de llamarme y esos ojos con los que me miraba, esa mierda que me decía que estaba arrepentido.

Menos mal que la parada de Córdoba estaba cerca y se fue rápido. Durante todo el viaje, no se me fue de la cabeza sus ojos, color verde, esa piel llena de tatuajes.

Me volví a dormir esta vez apoyada en el cristal y solo hacía que recordar su mirada. Y la forma de disculparse por la forma que me había llamado.

Tu a Galicia y yo a CórdobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora