18/ ¿Eileen?

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¡Gracias por comentar en el anterior capítulo!  Abrá un apartado especial al final de la historia, con los primeros cuatro días de su Luna de Miel.

Ya se acerca el final, y no puedo repetirle lo agradecida que estoy con todxs ustedes por su apoyo♡

Este capítulo trae una personita fundamental , para la segunda historia que publicaré, según sus pedidos.

¡Lxs dejo con el capítulo!

Zenda y Rosalie, caminaban por las calles de Italia

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Zenda y Rosalie, caminaban por las calles de Italia. Tomadas de la mano, con una sonrisa de felicidad pura en sus rostros.

A diferencia de la vampira, Zenda no había visitado nunca ese lugar. Por lo que cada cosa que veía la asombraba de sobremanera.

Ya estaban en su quinto día de Luna de Miel, y solo le quedaban dos restantes. Así que querían disfrutar de los paisajes que el bello lugar les ofrecía para su deleite.

Se desviaron del camino con demasiadas personas, para irse por un caminito de tierra que pasaba por el medio de un bosque. No tan espeso como el de Forks, pero sin duda, muy hermoso.

Ingresaron charlando, y escuchando la naturaleza por momentos. Oyendo el canto de las aves, o el suave crujido del viento sobre las hojas de los árboles.

En el medio de su amena caminata, oyeron los pasos apurados de alguien corriendo por el bosque. Ambas extrañadas, se pusieron alerta.

- ¿Oiste eso?- Le preguntó en un susurro Rosalie.

Zenda asintió.

- Sí-. Le dijo, y por acto casi inconsciente, puso a Rose detrás de ella.

Rosalie se dijo a sí misma que no era momento de morirse de amor por su esposa, pero luego lo haría y la llenaría de besos.

A su izquierda, tropezó una niña de unos quince o catorce años, con malas pintas.

Su cabello estaba algo despeinado, y con sudor, pegándolo a su rostro. Tenía golpes por sus brazos y cara, pero sus pantalones largos no les permitía saber si en sus piernas los había.

Era Fácil deducir que sí.

Tenía los labios partidos y resecos, y unas ojeras demaciado marcadas, bajo sus cansados ojos.

La chica al notarlas, se puso en posición de defensa, como si lo hiciera desde toda su vida. No había ni una sola falla en su postura. Sus ojos se pasaban de una a la otra con determinación. Analizandolas. Esperando un paso en falso de su parte, para lanzarse sobre ellas.

Rosalie y Zenda la miraron preocupadas. El lado maternal de Rosalie salió casi al instante de verla, y quería, no, necesitaba ayudarla. Por lo menos regresarla con sus padres o alguna familia.

La loba y la vampira, levantaron las manos, mostrándole que no le harían nada. Ella las miró directo a los ojos, como si pudiese ver su alma. Y se relajó, poco a poco.

- ¿Quién eres, pequeña?- Le dijo Rosalie, colocando una mano en su hombro desnudo.

Ella las miró de arriba a abajo, dubitativa.

- ¿Quienes son ustedes?- Les respondió con una voz aún más aterciopelada y atrayente que la de un vampiro. Sorprendiendo a ambas féminas.

- ¿Porqué estás sola?- Le pregunta Zenda.

- ¿Porqué debería estar con alguien?- Les respondió seria.

La pareja se miró, para volverla a mirar nuevamente. Y aunque ninguna de las dos lo dijera, de alguna forma les gustaba las no-respuestas que les daba.

- No lo sé, quizás ¿Porqué eres una niña?- Le dijo obvia, Zenda.

- ¿Y usted cómo sabe mi edad?- Le dijo con una sonrisa maliciosa, y una notable postura más relajada. Dejando de verlas como una amenaza.

- Por qué te ves pequeña.- Le dice con dulzura Rosalie.

Ella giró los ojos.

- Pues no lo soy. Ahora, ¿Me dirían quiénes son? Primero la vampira, luego tú, lobita.- Les dijo con burla, al ver la cara de sorpresa de ambas féminas.

- ¿Qué dices?- Le pregunta Rose con nerviosismo.

- Ya, ya. Toda mi vida me entrenaron para reconocerlas, claramente sé qué son. No me vengan con el jueguito de "estás loca". Así que digan sus nombres, ahora.- Dijo remarcando la última palabra.

Las mujeres resignadas, le dijeron sus nombres.

- Yo soy Rosalie Hale, y ella es mi esposa, Zenda Black.

Ella las analizó, y luego sonrió extendiéndole su mano.

- Un gusto, soy Eileen. - Ambas estrecharon su mano, con una sonrisa extrañada.- No sé demaciado de ustedes, pero conozco sobre sus 'familias', y su tratado....enemigos pacifistas. - Dice con asombro-. No solemos ver casos así.

》 Así que ustedes son las "Rompe reglas", genial.

Las féminas estaban desorientadas. ¿Cómo sabía esa niña, sobre ellas?

- ¿Y tú...qué eres? Porque una humana normal, estoy segura de que no.- Le dijo Rose.

Ella les sonrió, y les dijo , para luego hacer una dramática reverencia teatral.

- Una cazadora, de seres sobrenaturales. - Sonrió-. Sí, así, como ustedes.

Okey, ¿Estoy emocionada? Sí, lo estoy

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Okey, ¿Estoy emocionada? Sí, lo estoy.

¡Perdón por la tardanza para subir este capítulo!

Saludos♡

Atte: Lucerna_Stella.

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