Rachel siempre ha cuidado a sus hermanos, su padre y el negocio familiar, sin preocuparse demasiado por sí misma. Ahora está pasando una crisis que la hace pensar que ha desperdiciado sus mejores años en vano. Pero el hombre menos pensado, Kenai, uno de los amigos de su hermano, a quien siempre ha visto como un muchacho está dispuesto a mostrarle que aún en la fría Alaska se puede encender la pasión