Diez años. La vida sigue y un servidor intenta pasar página. Estar dándolo todo para que luego elijan al otro es la putada más grande del mundo, pero la Tierra sigue girando y tú debes continuar. Y eso es lo que intento hacer... hasta que recibo una emotiva invitación de Mina, pidiéndome que sea el padrino. ¿No dicen que el ser humano es el animal que tropieza dos veces con la misma piedra? Bueno, pues allá voy.