Su cabeza dolía horrores y no sabía cómo había terminado en la puerta de su habitación del motel. Bueno, podía imaginárselo, había pasado todos esos días borracho, sin ir a la universidad, soportando los sermones de Jin, y a Namjoon intentando intervenir para evitar que ambos chicos se matasen en cualquier momento.
Jimin había pasado casi dos semanas hecho un desastre y se sentía tan inútil e inservible por eso que las ganas de mejorar su situación terminaban de estar en un 5 % a reducirse a un 1 %.
No, Jimin no tenía nada que le motivase a salir de aquel infierno en bucle que le hacía recaer en el alcohol como si de una droga súper adictiva se tratase, él jamás había sido adicto a nada más que a cosas sanas como el sexo. Si su madre le viera se preocuparía en demasía, y con mucha razón, pero él había preferido decirle a su madre que estaba con muchos exámenes esos días, que no le molestase.
Así, Jimin pudo asegurarse el que su madre no estuviera atosigándole, pero en cambio tenía a dos de sus amigos muy preocupados, aunque uno de ellos parecía ya haber perdido la fe y la paciencia y ya no se apiadaba de él.
En fin, le dolía el trasero y la espalda por haberse quedado dormido contra la puerta de su habitación. Una botella de ron medio vacía, con el líquido dentro ya caliente, estaba a un lado de su cuerpo. Miró la botella con disgusto, sintiendo cierta sensación de vértigo en su estómago y agriedad en su garganta al pensar si quiera en una mísera gota más de alcohol entrando a su sistema.
Lo mejor para él sería el poder darse un baño y tirarse en su cama a dormir como un ser humano medianamente respetable. Buscó sus llaves en su bolsillo y una vez que las tuvo en sus manos abrió la puerta para encontrarse con el terrible olor a encierro y cigarrillo de su habitación. El olor a comida rancia también le hacía sentir un revoltijo en su estómago.
Su cama ni si quiera tenía puestas las sábanas, éstas estaban en el piso, abolladas y sucias. Había botellas de cerveza y otras bebidas alcohólicas por todos lados, cigarros también y ropa tirada, mayormente sin lavar. Como diría su madre "un chiquero".
Su cabeza dolía terriblemente por la resaca, y a pesar de que sus ánimos no ayudaban y su horrenda cama le llamaba a gritos, se repitió en su cabeza que sería bueno hacerle un favor a la humanidad y que se diera un baño urgente.
Tan rápido como se duchó, pudo notarse renovado, el sudor seco, la pastosa sensación de suciedad en sus palmas y la grasitud de su pelo habían desaparecido. Suspiró para caer rendido sobre su colchón y olvidarse nuevamente de sí mismo cayendo en un profundo sueño como el de los últimos días.
Dormía demasiado, era lo que más hizo aquellos días, sin embargo, gracias a que Jin y Namjoon tenían las llaves de su habitación, su sueño fue interrumpido a mitad de la tarde de aquel día por sus dos amigos que habían irrumpido en su humilde hogar.
Jin no podía quitar la mueca de asco de su rostro al percatarse de que ese lugar estaba peor que hacía tres días y no creyó que eso fuera posible. Parecía que había habido una batalla campal allí o una fiesta de drogadictos que hubiera durado un mes.
Namjoon no perdió la oportunidad de despertar a Jimin tirándole un balde de agua fría, porque así le habían despertado la última vez. El pelinegro ni si quiera se veía interesado en quejarse al respecto, sólo tembló un poco por la temperatura del agua pero luego se dejó caer en el colchón mojado nuevamente.
Sin embargo, sus amigos tomaron asiento en dos sillas frente a la cama de Jimin observándole con un semblante serio, y Jin sabía que lo que iba a decir no fallaría en hacer que Jimin despertara de ese trance depresivo.
- Jungkook puede recibir visitas.
Y aquello fue suficiente para que el pelinegro casi diera un salto que le dejó sentado sobre el colchón para mirar a sus amigos con ojos bien abiertos y esas enormes ojeras oscuras por debajo de ellos. Parpadeó en silencio varias veces con sus labios entreabiertos como si las palabras estuvieran prontas a salir.
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•S[e]OUL ~ JIKOOK•
FanficJimin, un chico despreocupado y muy seguro de sí mismo se enfrentará a una serie de acontecimientos desafortunados, mentiras y malas intenciones que le cambiarán para siempre. Seúl se tragará su alma y también la de aquella persona que le había da...