•S[e]OUL ~ JIKOOK•

22. Siempre contigo

Taehyung estaba en su oficina, sentado en su lugar del escritorio, pensando en completo silencio. La preocupación se había convertido en moneda corriente para él y el vivir enfrascado en su cabeza en busca de soluciones sin llegar a ninguna conclusión convincente también.

Entre suspiros ofuscados, jalones de cabello y maldiciones al aire, lanzó el reloj que no dejaba de hacer "tic-tac" a su lado, estrellándolo contra la pared y viendo cómo se partía y caía al suelo.

En ese instante, su puerta resonó y apenas dijo "adelante", ésta se abrió dejando ver la expresión poco amigable de su amigo al entrar a la habitación.

- ¿Pero qué mierda haces aquí? – casi pegó un salto al levantarse de su asiento. Hoseok cerró la puerta de la habitación para que sólo ambos quedasen dentro – Voy a matarte, dime ¿Qué mierda pasa contigo? – cuestionó entre dientes.

- Tú dime qué mierda te sucede, Taehyung – al igual que él, apretó los dientes e intentó no alzar la voz por más que quisiera gritarle allí mismo - ¿Estás loco? ¿Perdiste la puta cabeza?

- Ya hemos hablado de esto y no hay vuelta atrás, maldición – se revolvió el cabello, dándole la espalda al contrario, evitando querer mirarlo para no mandarlo al carajo.

- ¿No hay vuelta atrás? ¡Claro! Si a ti te importa una mierda lo sucios que sean tus negocios – comentó con sorna, sin dejar de mostrar su enojo.

- Te dejé bien en claro, Hoseok, que si venías a Seúl era para ayudarme, no para volverte en mi contra.

- Planeaba hacerlo, hasta que me vienes con esa mierda de trata de menores, ¿Qué mierda crees que haces? Nosotros no hacemos eso.

- ¿Vas a darme una clase de puta moral? – le miró con el ceño fruncido, queriendo calmar sus ganas de echarlo de allí a patadas, no quería escuchar nada de lo que tuviera para decir – Mi padre ha tratado con proxenetas toda su vida, aunque nno hubieran menores de por medio. Te recuerdo estamos metidos hasta la mierda en todo esto hasta el día que nos vayamos al infierno, tú por tu padre y yo por el mío, así que ya tenemos las manos manchadas.

- No es así, no planeo hacer esto, no voy a traficar menores, Taehyung, no puedes... simplemente no puedes estar hablando en serio.

- ¿Quieres hacer tú los negocios con ellos? Esos tipos nos tienen agarrados de los putos huevos, Hoseok. No hay espacio para un debate, la decisión ya está tomada y se hará.

- Eres un demente.

- Dime algo que no sepa – bufó y rodeo su escritorio para volver a tomar asiento.

- ¿Te sentarás allí a ver cómo trafican niños para que unos putos cerdos los abusen?

- Vete, Hoseok.

- ¿Jungkook sabe de esto?

- No metas a Jungkook en esta mierda.

- No te hagas el sensible ahora – arrugó su nariz y se acercó al escritorio, apoyando ambas manos sobre la superficie - ¿Jimin sabe?

- Mira, no me hables de ninguno de ellos dos ahora – se tomó el puente de su nariz con sus dedos - y tú tampoco deberías estar aquí jodiéndome los huevos, Jungkook está enojado conmigo por tu puta culpa y Jimin se aprovecha de eso – se paró de su lugar, enfrentando a Hoseok - ¿A caso le estás ayudando?

- ¿De qué mierda hablas? Tú mismo eres el que está empujando a Jungkook a sus brazos, no tuve que ayudarle en nada – rió de forma socarrona, se le hacía gracioso que Taehyung estuviera tan enojado por algo que él mismo había provocado. El pelirojo apretó los puños sobre la madera – No puedo salirme de ésta mierda, pero no te ayudaré en esto, Taehyung.