6. Negocios sucios y adjetivos calificativos vergonzosos.

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Era otro día igual para Taehyung, y aunque mucho no le gustaba ya estaba acostumbrado a la rutina. A decir verdad era como una especie de amor y odio lo que sentía por su trabajo.

Su padre se la pasaba la mayor parte del tiempo de viaje fuera del país, expandiendo su imperio y negociando, mientras él y sus innumerables consejeros se encargaban de mantener todo en orden en Corea.

Iba al edificio central, entrando por la puerta principal que daba a un callejón algo apartado, saludaba a la recepcionista quien le recibía siempre de buen humor y bien predispuesta, saludaba a los guardias que le hacían una reverencia al verle llegar. Recorría los largos pasillos cruzándose con todos los empleados de allí, saludando al pasar, sonriendo.

Suspiraba agotado cada vez que salía de una reunión, pasaban horas así, sentados frente a una gran mesa rodeada de los empleados más importantes y otros negociadores externos que buscaban hacer tratos con su empresa.

El edificio estaba lleno de oficinas y distintos sectores donde se trataban de todo tipo de negocios. El dinero en aquella empresa pesaba, era poderosa y todo gracias a las osadías del padre de Taehyung, el señor Kim.

Su hijo seguiría su legado hasta el día de su muerte, no le molestaba del todo, de hecho le gustaban todos los beneficios que el poder le daba, era libre de hacer lo que quería, de tener cuánto dinero quisiera.

Incluso aunque sus acciones impulsivas le llevaran a cometer errores graves, su padre siempre le sacaba de sus problemas si es que él mismo no se las ingeniaba para salir ganando.

Drogas, prostitución, alcohol, era el lado más oscuro de la empresa, del cual sólo sabían los que estaban tan metidos en ese negocio que si salían correría su sangre. No cualquiera podía entrar y saber los asuntos malévolos que se trataban, aquellos que les competían a las personas de mayor poder en Corea. Empresarios, gobernantes, cenadores, líderes de empresas nacionales e internacionales. Incluso aquellos con la sonrisa más confiable tenían algo que ver con las empresas Kim.

Lo que más hacía Taehyung era asegurarse de los tratos con laboratorios que producían las drogas más puras del país. El negocio estaba, obviamente, penalizado, pero la policía no era más que cómplice, o parte de ella, porque el señor Kim los había comprado y les tenía comiendo de su mano.

Nadie se metería con él, preferían que los crímenes como esos siguieran siendo controlados por su imperio. Al fin y al cabo era preferible eso antes que haya riñas por las calles y disputas por territorios para ver quién vendía y quién no, aunque claro que existían, habían muchos grupos contrincantes, pero a menos que algo sacara a algún líder de sus cabales, todos permanecían en una postura neutral para no arriesgar la caída de sus negocios.

Taehyung tenía todos los contactos con los laboratorios clandestinos más importantes del país, gente profesional que trabajaba de encubiertos y sabían perfectamente cómo preparaban la mercancía y no ser atrapados en el intento. La policía estaba comprada, pero los servicios que no dependían de tratos con los Kim no dejaban de buscar detener sus sucios negocios.

Salió de la oficina, cuando una empleada le detuvo, sonriéndole de manera coqueta, haciéndole saber lo que quería. Ya se había acostado con ella varias veces y la verdad era que no era muy fuerte a la hora de negarse. Más bien no se negaba a ninguna propuesta indecente jamás.

Se la llevó a su oficina para tener una rápida sesión de sexo que le quitara el estrés y le hiciera sentir renovado. Luego de media hora simplemente se fue del lugar.

Era tarde y ya era momento para repartirle a sus distribuidores muestras del nuevo producto que uno de sus laboratorios le estaba ofreciendo. Eran sólo unos gramos de cocaína. Se reunió con algunos sus más fieles seguidores, unos que chicos eran de fiar, sabían a quién darle la mercancía para que la probaran y juzgara el impacto que tendría en el mercado, si entraría mucho dinero o si sería un producto que no podía competir con lo que ya había.

•S[e]OUL ~ JIKOOK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora