•S[e]OUL ~ JIKOOK•

11. Explicaciones, un asesinato y sexo.

La puerta del pelinegro sonó varias veces con leves golpes que llamaron su atención.

Jimin se removió en su cama, gruñendo porque su sueño había sido interrumpido. Se restregó los ojos, y para que dejaran de tocar a la puerta simplemente respondió con un grito "Ya voy" y maldiciendo entre dientes. Se levantó de la cama y con pasos algo torpes, acomodándose el pantalón de chándal, giró las llaves y abrió la puerta.

Frunció el ceño, apenas sabía qué día era o la hora, pero supuso era fin de semana si aquel castaño estaba parado frente a su puerta con una campera negra y la capucha puesta. No había tenido ganas de verlo esos últimos dos días, pero incluso así, se sintió bien al verle allí parado frente a su puerta.

- ¿Qué te sucedió? – preguntó Jungkook con preocupación y sorpresa materializándose en su rostro al ver al pelinegro, miró su torso y su rostro, ambos lleno de moretones. Se acercó a él atinando a tocar su rostro pero Jimin no le dejó, alejándose inmediatamente con un paso hacia atrás.

- ¿A caso tu jefe no te dijo? – preguntó con sorna, a lo que Jungkook respondió con un gesto de confusión – Tu jefe, Taehyung – aclaró – Resulta que querían darle una advertencia al "rey" de los mafiosos y como soy su amigo me patearon el trasero hasta terminar sangrando en el piso sin poder moverme.

Jungkook no supo qué responder. En su mente se preguntaba qué era lo que Jimin estaba diciendo, porque no había manera que él supiera nada de todo eso. No había forma de que supiera que Taehyung era alguien que manejaba negocios turbios y que él trabajaba para ello.

Pero tonto era que cupieran en su cabeza aquellas incertidumbres si estaba todo más claro que el agua. Jimin lo sabía, se lo estaba diciendo cara a cara, y era cierto porque no había otra manera de que supiera todo aquello y de que esos golpes estuvieran esparcidos por todo su rostro y cuerpo.

- No... no lo sabía...

- Claro que no lo sabías, me acorralaron en el estúpido baño de la universidad, la noche de la fiesta en la cual me dejaste plantado, por cierto – sí, estaba molesto, de hecho estaba enojadísimo, era capaz de sentir el aire pasando por su nariz furiosamente. Le había afectado tanto todo que pasó esos últimos dos días durmiendo y encerrado en su habitación – Dime, ¿Qué carajos haces metido en toda esa mierda con Taehyung?

- No es asunto tuyo - se escudó.

- ¡Oh! – soltó en exclamación y rió irónico - ¿No es asunto mío? No, no lo era, hasta que me partieron la cara en pedazos sin siquiera saber qué mierdas había hecho mal, y de hecho no hice nada mal, lo único que hice fue relacionarme con ustedes.

- Lo siento... si no quieres volver a hablarme lo entenderé... – bajó su cabeza. Tenía sus dedos entrelazados y jugaba con sus pulgares con nerviosismo.

Jimin le miró, y la realidad era que aunque estaba enojado como el demonio, no podía soportar tener en frente al castaño sintiéndose culpable, se debatía entre seguir escupiendo su enojo o dejarlo de lado para evitar que Jungkook pusiera esa cara de cachorro abandonado. Su antiguo "yo" le hubiera mandado al carajo, pero de alguna manera se había ablandado y convertido en un sentimental de mierda en ese último tiempo.

- No – respondió – Quiero que entres, y quiero que me cuentes todo de ti, y si no quieres contarme nada entonces te invito a que te retires y no volveremos a hablar nunca más – sabía que se arrepentiría de decir aquello pero se sentía al límite de la locura. Si necesitaba presionarlo para que mostrara un poco de compromiso en mantener aquella amistad que habían formado, entonces lo haría. Le observó, esperando una respuesta. Jungkook levantó su mirada.