•S[e]OUL ~ JIKOOK•

14. Tan hermoso

Era el segundo día allí, y a pesar de que el día era prometedor, el clima realmente les acompañaba.

Durante las mañanas algunos se levantaban más temprano que otros. Namjoon y Jin se preparaban tocino y huevos revueltos a las brasas que prendían para calentar un poco esa fresca mañana. Yoongi también se despertaba temprano, aunque no era charlatán como el resto, prefería tomar un baño y desayunar solo a la orilla del lago, sin demasiado ruido, porque a penas Hoseok se levantó, saludó a quienes estaban despiertos muy animadamente y se unió al desayuno en la fogata. Los amigos de Taehyung seguían durmiendo, así como éste mismo y Jungkook.

Jimin se levantó con un sueño que le picaba en sus ojos hinchados y en su espalda adolorida. Había dormido bastante mal allí, había compartido cama con Hoseok y el lugar no era el óptimo para ambos, sin mencionar que esas últimas dos noches había dormido demasiado mal, porque su cabeza galopaba entre pensamientos incesantes.

Se mojó el rostro para sentir al menos un halo de vida en su cuerpo, aunque sentía aún la almohada pegada. La frescura de la mañana le ayudó a despertarse un poco, pero lejos de sentirse despejado, se sentó al lado de sus amigos quienes no perdieron la oportunidad de destacar su estado.

- Te ves terrible – dijo Jin riendo - ¿Te has despertado del lado equivocado de la cama?

- Gracias, Jin, no lo había notado – comentó amargado manteniendo sus ojos cerrados.

- Ten – Namjoon le extendió un bowl con arroz y huevos revueltos – Te ves decaído, ¿Estás comiendo bien? – hizo caso omiso a su pregunta, pero observó la comida y no pudo negarse. Tomó el bowl en sus manos y unos palillos, comenzando a comer en silencio.

- Ayer no podías pegar el ojo, ¿Cierto? – Hoseok se sentó a su lado mientras mascaba su comida – Y estuviste todo el día con un humor terrible, hermano. ¿Qué sucede? – preguntó. Realmente estaba curioso de saber qué andaba ocurriendo, sabía que algo tenía que ver con Jungkook pero no sabía qué exactamente. Su amigo había estado de muy buenos humores respecto al castaño y repentinamente eso había cambiado completamente. A penas los veía hablar.

- Nada importante.

- Hmm... - hizo una leve pausa, pensativo – Levántate – dijo de repente, poniéndose de pie con su bowl en manos y tomando a Jimin de su ropa, tironeando hacia arriba, obligándole a levantarse.

- ¿Qué pasa ahora? – preguntó ofuscado.

- Vamos a caminar, a ver si se te pasa ese humor del culo.

- Eso es, hazle caso, Jiminie, nada de caras largas, estamos de vacaciones – Jin le apuntó con sus palillos acusativamente.

No le quedó otra que poner sus ojos en blanco y dejarse arrastrar por su mejor amigo, sabía que de aquella no escapaba.

Caminaron un rato en silencio, masticando su comida y disfrutando de esa tranquila mañana antes de que el resto despertara y la paz se acabara.

Jimin no había hablado con Hoseok sobre el hecho de que Taehyung finalmente había vuelto a Jungkook su novio, y menos le había hablado de esa charla de la noche anterior, donde el castaño le dijo explícitamente que lo que ellos tenían estaba acabado.

Aunque Jungkook había utilizado las palabras más suaves que había podido encontrar, aunque había hablado con cuidado y gentileza, y por sobre todo, con total lógica, aun así le había golpeado como si se hubiera tratado de una pila de ladrillos cayendo sobre él.

Durante la noche no podía dormir pensando en que le desesperaba el saber que de ahora en adelante debía ver a Jungkook sólo como un amigo. Debía soportar el querer tocarle, el querer sentir su olor y su calor, el querer besarle. Debería dejar las bromas subidas de tono o los apodos que solos salían de su boca porque no podía estarse callado cuando el castaño le gustaba tanto. Odiaba actuar tan infantil, no poder aceptar la realidad como era, pero no podía ser de otra forma. Si no quería aceptarlo entonces sufriría el doble de lo que ya lo estaba haciendo.