25. Punto de quiebre.

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Trigger warning: este capítulo contiene violencia física y sexual explícitas. 

***


Jungkook sentía que realmente no quería irse de allí. Jamás había pensado que no querría correr hacia Taehyung alguna vez pero aquel día, por primera vez, no quería estar con él.

Se fue de la fábrica, dejando a Jimin allí. Le prometió que volvería porque así planeaba hacerlo.

Caminó hasta el edificio de Taehyung porque no quedaba demasiado lejos de la fábrica, sólo a diez minutos.

Mientras caminaba fue el tiempo suficiente para pensar en él y en lo que había sucedido el día anterior. Había sido su cumpleaños y, lejos de recibir un saludo de Taehyung, obtuvo un día entero al lado de alguien que se había convertido en un ser indispensable en su vida. Su yo de hacía un año no se hubiera creído que sería con alguien más con quien pasara su cumpleaños y no con Taehyung, aunque debía rogarle para que pasara tiempo consigo.

No quería dejar la fábrica, no quería dejar a Jimin.

Pero en cambio, caminó en la dirección de Taehyung una vez más.


Taehyung le esperaba en la recepción del edificio, y aún más ganas tenía de ir con Jimin cuando quien era su novio le miró con ojos fríos e inexpresivos.

Al acercarse, el contrario no dijo nada referido a su cumpleaños, a penas quiso mirarlo, sólo notó que bajó su mirada a su cuello, probablemente mirando el nuevo collar que tenía. Lo observó unos segundos, que fueron demasiado largos en la mente de Jungkook, y luego se giró, dándole la espalda. Le dijo que le siguiera, que debían hablar y que él tenía unos negocios que atender, por lo que no podía tomarse tanto tiempo libre.

Una inquietud ocupó todo su cuerpo pero sin embargo le siguió, tomando el ascensor con él. Incluso aunque le preguntó qué iban a hacer él sólo le respondió que iban a hablar y que necesitaba le acompañara a esa reunión de negocios.

Había pensado que Taehyung probablemente diría algo respecto de su cumpleaños, mínimamente darle una excusa de por qué no le había enviado ni un sólo mensaje. Pero a Jungkook ya ni le había sorprendido su indiferencia hacia el tema.

El ascensor se detuvo y abrió sus puertas. Caminaron por el pasillo, era largo, y el silencio entre los dos era altamente incómodo, porque se notaba la tensión en el aire. En el momento donde llegaron a la última puerta de éste, donde estaba su oficina, él le dijo que no hiciera preguntas, que sólo se quedara en silencio y terminarían pronto.

Suspiró, simplemente para tratar de relajarse porque se dijo a sí mismo que no debía de sentirse nervioso, porque no era la primera vez que veía a algún cliente de Taehyung. Aunque se sentía incómodo estando con él porque su relación no estaba bien y le llamaba la atención que le hubiera pedido fuera al edificio y le acompañase a una reunión, pensó que todo estaría bien una vez pudieran hablar sobre ellos y su relación.

Hubiera puesto sus manos en el fuego por Taehyung, y así lo hizo.

Terminó por incinerarse por completo.


La puerta se abrió y su error fue entrar sin dudar.

Ambos entraron y Jungkook se ubicó al lado del pelirojo. El hombre que les había abierto la puerta la cerró detrás de ellos. Había como diez hombres allí adentro.

•S[e]OUL ~ JIKOOK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora