Luna de Sangre

Duras decisiones

Salí del cuarto con un nudo en la garganta, dejar a Mew dormido, fue una de las cosas más angustiantes que había vivido en los últimos 70 años, el beso que dejé en sus labios, me dejó con un montón de lágrimas a punto de ser derramadas.

-No te ves bien, dijo Mild abriendo un portal que nos llevaría a la fábrica donde estaba Bright, con una sonrisa tomé su mano y dejé que nuestros cuerpos fueran jalados por la magia, cuando tocamos tierra suspiré.

-Bebe esto, dije dándole un pequeño frasco -Nos servirá para inhibir nuestro olor y magia.

- ¿Sabes que estaremos completamente vulnerables?, dijo bebiendo de un sorbo el líquido.

-Confía en mis habilidades de lucha, dije haciendo sonar mis dedos -Vamos Mild y recuerda que, si las cosas se complican, debes huir de aquí.

Sin esperar respuesta nos encaminamos a la fábrica, sabía por lo que había visto, que debían estar bajo tierra, nos infiltramos con tanta facilidad que la desconfianza se posicionó en mi cuerpo.

-No es bueno, que haya sido tan fácil entrar, dije cuando había encontrado la puerta que nos llevaría a la cueva, apenas ingresamos el olor a humedad y sangre me invadió.

-No te preocupes, lo difícil de estos lugares es salir, no entrar, dijo el arrugando la nariz, cuando lo golpeó el olor - ¿No has visto las películas?

Con rapidez jalé el brazo de mi amigo y lo estampé contra un pequeño recoveco, a los segundos unos hombres pasaron por donde estábamos, si no hubiese reaccionado rápido, nuestra infiltración hubiese acabo ahí.

-Lo siento, dije viendo como su cara se mostraba adolorida, definitivamente fui muy brusco -Vamos, es por aquí.

Pasamos por fuera del coliseo que había espiado y se me erizó la piel, haciéndole una seña a Mild, le dije que fuéramos por el otro lado, a lo lejos vi una puerta, no sé porque, pero tenía la certeza de que ahí estaría mi ex.

Con cuidado abrí la puerta y lo vi sentado majestuosamente, mientras bebía una copa de vino, se veía cansado y parecía un par de años mayor, lo cual era ilógico por que los brujos eran inmortales.

-Mierda Gulf, vienen dos híbridos, dijo Mild con rapidez.

-Liberaré tu magia, gana tiempo, dije moviendo mis dedos y liberando una luz violeta, que de inmediato sacó el bloqueo que tenía mí amigo, sabiendo que nos habíamos puesto sobre aviso, ingresé con rapidez a la oficina y enfrenté a mi némesis.

-Llegaste muy cerca, dijo con asombro dejando su copa de vino -Has mejorado mucho.

-Tuve un buen maestro, dije tomando un collar, que tenía en mi bolsillo.

-Veo que hiciste un hechizo de absorción, dijo acercándose a mi a paso lento -Te has puesto en peligro por un par de perros.

-Ellos me han hecho sentir parte de su familia, dije empuñando mis manos con fuerza -Lo de atacar a los niños y a las mujeres de la manada, fue un golpe bajo, incluso para ti.

-El mundo está encontrando su orden, dijo acariciando mi mejilla, su toque era suave y hasta cierto punto tierno -Esto será sólo un pequeño sacrificio, necesario para lograr un gran fin.

-Debes acabar con esta locura, dije sintiéndome, por primera vez incómodo con su contacto -Aún estás a tiempo.

-No seas iluso, dijo riendo con frialdad, lejos de quedarle bien esa sonrisa, lo hacía ver al borde de la locura -Quiero todo, acabaré con vampiros, hombres lobo y mataré a War, cuando los magos vean eso, tomaré el lugar que legítimamente me corresponde.