Enfrentados

3K 355 34
                                    

Mientras limpiaba la salita de descanso, encontré el pendrive con la grabación del día de mi boda, Mild había decidido contratar a tres personas que grabaran todo, uno siguió a Mew, otro a mi y el último a los invitados de la boda, después montaron todo el video como una película, la cual quedó muy bella.

Con una sonrisa, lo tomé y coloqué en la laptop de mi marido y después de darle doble click, vi el rostro del que en ese momento era mi prometido, con una sonrisa hablaba con el fotógrafo y le contestaba preguntas, que hasta ahora me hacían sonreír.

-Gulf es mi complemento, el hombre que quiero amar, proteger y adorar todos los días de mi vida, decía con una sonrisa, que opacaba al mismo sol -Él llena mi vida de amor, alegría y soy el hijo de puta mas afortunado del mundo, por tenerlo a mi lado.

Después de eso, aparecí yo en escena, mientras me arreglaban el cabello, aún recordaba lo nervioso que estaba ese día, simplemente quería tomar la mano de mi novio y decir si acepto y olvidarme de la cena, el baile y los mil invitados que estaban por la manada.

Después me vi caminar, por una larga alfombra hecha de pétalos de rosas, como iba descalzo, disfruté de la suavidad de ellos en mi piel, habíamos decidido hacer la ceremonia al estilo de los lobos, así que todos estábamos vestidos de blanco, con ropas sueltas y para nada formales, íbamos descalzos para estar en contacto con la tierra y la naturaleza.

De la mano de Kao, pasé a la de Mew, el cual me esperaba con sus ojos brillantes y una sonrisa hermosa, sus manos grandes cubrieron las mías con suavidad, nunca me había sentido tan frágil y delicado en mi vida, como cuando él me tocaba o sostenía en sus brazos.

-Kanawut, esperé casi 350 años para poder sentir que mi corazón latía a la par de otro, sin embargo, nunca esperé que la Diosa luna, me bendijera con una pareja como tú, dijo acariciando mi mejilla y apretando los labios, su emoción era palpable -Gracias por amar, acompañar, apoyar y elegirme, gracias por demostrarme que la vida puede ser dulce y alegre, pero por sobre todo, tengo que agradecerte por darme una familia, a la cual llegar a diario, sin lugar a dudas eres junto a nuestra cachorra, lo mejor de mi existencia y espero poder ser, también lo mejor en la tuya.

-Lo eres, dije sin poder detenerme, con una sonrisa tomó mi mano y colocó el anillo, que nuestra pequeña Esme le entregaba, cuando fue mi turno de hablar, tomé aire y lo miré.

-Suppasit llegaste a mi vida, cuando no esperaba nada de ella, estaba sumido en una rutina llena de peleas, sangre, dolor y desesperanza, al punto de desear en muchas oportunidades no seguir viviendo, dije sintiendo mi cuerpo tembloroso -Sin embargo, llegaste y lo cambiaste todo, me enseñaste que el amor no tenía que ser doloroso, si no, que era hermoso, tierno, comprensivo y protector, así que quien debe agradecerte por curar mis heridas y darme una razón para continuar, soy yo, gracias por estar a mi lado, por darme una familia y por regalarme al fin, algo a lo que llamar mío, un lugar al que pertenecer, sin miedo a ser juzgado, criticado o repudiado, gracias por permitirme ser yo y caminar a tu lado, con mis imperfecciones y defectos, en definitiva, gracias por amarme.

Después de eso, nos besamos entre gritos y vítores de alegría de nuestros amigos, como era costumbre los lobos se transformaron y se perdieron entre la vegetación, para celebrar la nueva alianza de su beta, me sentí muy emocionado, cuando vi a mi pequeña Esme, convertida en un hermoso cachorro de lobo, tan blanco como la nieve, corriendo a la par de su padre, el cual erguido en toda su altura, mostraba a su hija con orgullo, sin perderla de vista.

-Esa mirada de amor y ensoñación, sólo puede significar una cosa, dijo la voz de mi hija, rompiendo mi momento cursi -Estás viendo de nuevo tu boda.

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora