- ¿Cómo pudiste permitir, que borrara mi memoria?, dije estampando a mi alfa contra la pared, olvidándome completamente de que lo que había hecho era un crimen.
-Cálmate Mew, dijo el con demasiada calma, sus brazos sostenían los míos y en ningún momento elevó su tono de voz, era como si estuviera tratando, con un niño que hacía un berrinche -Lo hicimos por tu bien.
-Por mi bien, ¿estás loco?, dije golpeando las paredes y rompiendo todo lo que se me cruzaba, sentía una enorme frustración, ya que, los momentos en que más me necesitaba mi moreno, yo no había estado, estuve a centímetros de él y ni siquiera había podido recordarlo -Yo jugando al enamorado con Art y Gulf muriendo poco a poco.
-Él nos pidió que no dijéramos nada, dijo avergonzado, mientras bajaba la mirada, cosa rara en un alfa -Lo siento mucho.
-Pero tú eres mi amigo, sabes de sobra lo que son nuestros mate, para nosotros, dije llevando las manos a mi cara, sintiendo ganas de desgarrar algo mientras lloraba -Si Gulf muere, no te perdonaré que me hayas privado de pasar los últimos momentos a su lado.
-En vez de enojarte y gritar, ve a su lado, dijo mi amigo recogiendo una silla rota -Cuando despierte, hablaremos de este destrozo que has hecho en mi cuarto.
Sin contestar fui a mi habitación, cuando entré, Tul estaba con el médico - ¿Cuándo despertará?, dije sin saludar, no tenía tiempo ni animo para ser cordial.
-No lo sabemos beta, dijo el galeno, guardando sus utensilios -Puede que no lo haga.
-Está ardiendo en fiebre, dije cuando toqué su mano, todo su cuerpo estaba caliente y con un ligero tono rosado.
-Es normal, las mordidas de los lobos deben haber aumentado su temperatura corporal, usted sabe que los lobos tenemos una mucho más alta que el resto de las especies, dijo el hombre suspirando y acomodando sus lentes -Vendré mañana, si pasa cualquier cosa no duden en llamar.
-Él es fuerte Mew, dijo Tul, tocando mi hombro, cuando el médico nos dejó solos -Saldrá de esto.
-No puedo creer que tú y Max, se hayan prestado para esta locura, dije mirándolo con enojo, me sentía herido, traicionado y muy desesperado -Estoy frustrado y muy enojado.
-Estás en todo tu derecho, dijo con ternura, utilizando ese tono especial que tenían los omegas, para tranquilizar a los alfas, en este caso nuestra luna, estaba dotado, para poder dar consuelo y calma a todos los miembros de la manada -Pero yo hablé con Gulf, él estaba seguro que moriría y nos pidió como favor personal, que no te condenáramos a la soledad eterna.
Entendiendo la magnitud del amor, que mi moreno sentía por mí, me recosté a su lado, coloqué la cabeza en su pecho y sentí su débil corazón latir, su cuerpo estaba tan delgado que se veía escuálido, era increíble como en poco tiempo se había deteriorado tanto.
-Amor, ¿Cuánto tiempo sufriste solo?, dije sintiendo los ojos aguados -No me dejes, por favor.
-Le diré a Margaret, que te suba comida, dijo Tul dejándonos solos, sin poder evitarlo me quedé dormido, recordando el sentimiento que había tenido cuando lo vi en el jardín de Kao, si bien mi mente no lo recordaba, mi cuerpo había reaccionado a su presencia, anhelando protegerlo y consolarlo, eso es lo que debí haber hecho en ese momento y no haber dado vuelta como un idiota, dejándolo solo y enfermo.
Desperté y Gulf seguía inconsciente, su pulso seguía siendo débil pero estaba presente y eso me daba esperanza, con satisfacción vi que había recuperado un poco de su color, su piel ya no se veía enferma y si bien aún estaba extremadamente delgado, ya no tenía esa imagen de cadáver andante.
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Luna de Sangre
FanfictionEn un mundo, donde es tu sangre lo que te define, Gulf ha vivido sintiéndose perteneciente a ningún sitio, sin embargo, cuando conozca a un sexy, dominante y posesivo lobo, todo lo que conocía dará un viaje de 360°, haciendo que se plantee hacer cos...