Epílogo

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Habíamos enfrentado una batalla brutal, todo porque el consejo de vampiros, había prohibido que Kao convirtiera a Earth en vampiro, todo iba bien hasta que el humano enfermó y el vampiro tuvo que decidir, si perderlo o romper las reglas y darle la vida eterna, no hace falta que diga que opción tomó.

Con cansancio veía a mi moreno jugar con mis cachorros, Type y Alexander corrían por el patio de nuestra casa, tratando de alcanzar a su mami, que con suavidad se alejaba de ellos, instándolos a que corrieran más rápido, cuando ambos pequeños se transformaron y le dieron alcancé, sonreí con orgullo.

Finalmente, la batalla que vivió el clan de los vampiros, después de la conversión de Earth, había sido agotadora y frustrante, ya que, a pedido de los propios vampiros, ni magos ni lobos habíamos podido intervenir, a solicitud de mi marido, había cuidado a mis cachorros, mientras él se metía en la reyerta para proteger a su tío.

La frágil calma no duró mucho, se rompió cuando nos dimos cuenta, que los ancianos del consejo estaban conspirando contra la paz y que habían utilizado el enamoramiento de Kao, para sacarlo del medio y colocar a la cabeza del aquelarre a un esbirro, que tenía como primera misión, romper tratados y lazos de hermandad con los otros clanes.

La batalla había sido difícil, pero estábamos unidos y eso nos dio ventaja, cuando terminamos con los miembros del consejo, había nada que celebrar, habíamos perdido hermanos en la lucha, siendo casi uno de ellos, mi alfa y si bien no había muerto, había quedado con lesiones tan serias, que lo habían obligado a adelantar su retiro, razón por la cual estábamos a horas de la ceremonia de ascenso del nuevo alfa.

- ¿Qué haces papi?, dijo la voz de mi cachorra.

-Pensando en lo orgulloso, que estoy de ustedes, dije viendo como mis cachorritos, lamían y mordían con suavidad a Gulf -Tus hermanos y tú, son la razón por la que camino por el mundo, con la cabeza en alto y el pecho hinchado.

- ¿No te molesta, de que a pesar que siendo tú un alfa y la mano derecha de tío Maxiin, sea yo quien ascienda?, dijo abriendo mis piernas y sentándose dentro de ellas -Siento que tú estás mas capacitado, para ser el líder de la manada que yo.

-Claro que no amor, dije acariciando sus largos y castaños cabellos -Nunca quise ser alfa, amo la posición de beta que tengo en esta manada e independiente de mi propia naturaleza, siempre estuve feliz de proteger a Maxiin y ahora estaré feliz de protegerla a usted, mi señora.

-No me hables así, siempre seré tu cachorra papi, dijo ella besando mis mejillas -Nunca me he sentido más segura, que cuando estoy entre medio de tus patas.

-Nunca dejarás de estarlo, aunque te conviertas en alfa, dije abrazándola -Siempre podrás refugiarte en los brazos de tu padre.

De pronto sentí lamidas en mi rostro y vi como mis pequeños se lanzaban sobre Esme y mi cuerpo, llamando nuestra atención, con cariño les gruñí y ellos me contestaron, Type era todo un pequeño alfa, a sus cortos 4 años, ya dirigía a todos los niños del jardín, sin embargo, Alexander era un vampiro por donde lo miraras, sus ojos eran rojos como la sangre y su piel pálida, sin embargo, igualmente podía convertirse en lobo, cosa que yo amaba.

Cuando volvieron a ser mis niños, vi sus sonrisas satisfechas, ellos amaban andar de lobos por la vida y los entendía, la libertad que se sentía en esos momentos de transformación, era sólo comparable a lo que sentía cuando alcanzaba la cúspide entre las piernas de mi marido, Gulf les pasó su ropa y los abrazó, del guerrero temible y sanguinario, no quedaba nada, al menos no cuando estaba en la intimidad con nosotros.

Type tenía un ojo dorado, otro café como el mío y era muy parecido a Gulf, al igual que Alexander, lo cual era obvio, porque eran gemelos, la única diferencia entre ellos, eran sus ojos -Vamos a la ducha, tenemos una ceremonia a la que asistir, dijo mi moreno viendo como los pequeños, corrían dentro de la casa.

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora