¿Y SI NOS CASAMOS?
CAPITULO 12
—¡Ikuko! ¡Anda mujer! ¡Acércate! ¡Este joven es muy agradable!— mi padre llamaba con gran emoción a mi madre mientras con su brazo izquierdo rodeaba a Seiya por detrás de su espalda.
—¡Hola Seiya! ¡Es un placer conocerte de manera formal!— mi madre, con ese carácter centrado que la caracterizaba solo se limitó a extender su mano esperando que mi acompañante le correspondiera con la misma acción, pero cuál fue su sorpresa cuando al sujetarla, Seiya le dió un ligero tirón que la llevo directo a sus brazos.
—¡Mami! ¡Que alegría conocerte! ¡Es un placer tener una mamá tan guapa como tú!— definitivamente Seiya se estaba pasando de listo, aunque para mí sorpresa, mi madre reaccionó de la misma manera en que lo había hecho mi padre.
—Ay Serena ¡Que muchacho tan más agradable!— ¿Agradable? ¿Había dicho de Seiya era agradable? Cómo se notaba que mi madre no había convivido con él.
Después de ese recibimiento en el que yo pasé totalmente desapercibida y en el que todas las muestras de cariño fueron para mí amado, nos dirigimos al interior de la casa para encarar a los demás integrantes de mi familia. Mi hermana Mina, su esposo Yaten y mis pequeños sobrinos Rini y Helios ya nos esperaban para conocer a mi prometido.
—Mira hijo, ella es Mina, la hermana de Serena, y ellos son su familia— mi madre daba una clara presentación de los presentes, y una vez más mi excéntrico cómplice tuvo el desacierto de repetir su acción.
Mi relación con Mina nunca fue muy buena, sobre todo cuando comenzaban las comparaciones entre ambas. El hecho de que ella fuera diez años menor que yo y hubiera logrado formar una familia feliz eran motivo suficiente para que mis padres crearan una constante presión en mi con ese tema del matrimonio. Estaba segura de que la acción de Seiya la molestaría de sobremanera pero sorprendentemente me había equivocado.
—¡Hermanita! ¡Es un gusto ser parte de tu hermosa familia!— le dijo regalando una vez más un abrazo, aunque con menos entusiasmo debido a la presencia de mi cuñado.
—¡Hermano! ¡Que gusto conocerte!— Seiya se acercó a Yaten para saludarlo cordialmente y de una forma más centrada, pero esa seriedad duraria muy poco cuando mis pequeños sobrinos de apenas ocho y seis años lanzaron una pregunta que le devolvió a mi prometido su exagerado sentido del humor.
—¿Tu quien eres?— preguntaba la curiosa Rini y la más pequeña de los dos hermanos.
—Soy el novio de tu tía Serena— Seiya le respondió con mucho tacto.
—Entonces, si tú y mi tía son novios ¿Tu eres algo así como nuestro tío?— Helios, que ya tenía más conciencia debido a su edad había dado la clave para desatar en Seiya su bufón interior.
—¡Así es! Yo soy su tío ¿Por qué no vienen a darle un abrazo al guapo y divertido tío Seiya? ¿Quién quiere un abrazo?— ante esas palabras, los dos hijos de Mina corrieron al encuentro con el loco que se convertiría en mi esposo para abalanzarse sobre él, quién se encontraba de cuclillas esperando la infantil tacleada que lo derribaría y los dejaría a los tres sobre el suelo con unas divertidas carcajadas que de inmediato contagiaron a los demás miembros de mi familia.
—¿Puedo saber de dónde lo sacaste Serena? No puedo creer que un chico así se haya fijado en alguien tan aburrida como tu— ahí venían los venenosos comentarios de mi hermana, aunque para mí fortuna mi cuñado había logrado terminar con el incómodo momento.
—Mina ¿Crees que puedas dejar tus pleitos infantiles solo por hoy? Estamos aquí para celebrar a tu hermana, no para que le heches a perder el momento— ante la petición de Yaten mi hermana accedió, tomaríamos una tregua al menos por este día.
Para mí sorpresa, la presentación de Seiya había sido todo un éxito, todos estaban encantados con su forma tan divertida de ser, así como por la manera en la que me trataba y se expresaba de mí.
Durante las siguientes horas, disfrutamos de la comida que mi madre con mucha dedicación había preparado para nosotros. Seiya me trataba como a una niña pequeña, era demasiado consentidor y cuidadoso, cosa que dejó a mi familia más que convencida de la pureza y veracidad de nuestro amor.
Todo marchaba bastante bien hasta que mi madre hizo un comentario que me dejó muy pensativa. —¿Cuando conoceremos a tu familia Seiya?
A decir verdad ni yo misma sabía si tenía una familia o alguien cercano pero por lo poco que había conversado con él tenía la certeza de que estaba solo en el mundo.
—Pues la única familia que tengo es mi madre, vive muy lejos de aquí, es por eso que no la veo con mucha frecuencia— esa confesión me dejó bastante sorprendida.
—¿Que hay de tu padre?— mi curiosa hermana le había hecho una pregunta que de inmediato cambió totalmente su semblante.
—¡No tengo padre! Lo perdí hace muchos años.
—¡Lo siento mucho! No era mi intención incomodarte— mi hermana lanzaba una disculpa por su destinado comentario.
—Bueno, conoceremos a tu madre cuando creas que sea conveniente, solo espero que no tardes mucho— mi padre seguía insistiendo en conocer a la otra parte de esta recién formada familia.
—No se preocupe señor Kenji, arreglaré todo para que puedan conocerla en dos semanas—con esa afirmación mi padre se había quedado más tranquilo.
—¡Bueno chicos! Ya que estamos todos reunidos queremos entregarles nuestro regalo de bodas— mi madre había logrado captar nuevamente nuestra atención —en este sobre está nuestro obsequio de bodas— mi madre tomo el paquete de papel y lo colocó en las manos de Seiya quien cuidadosamente lo abrió.
—¡Wow! ¡Eres increíble mami!— Seiya se había sorprendido ante el contenido del misterioso sobre —¡Mira Serena! ¡Imagínate todo lo que podríamos solucionar con esto!— al escuchar esas palabras mi curiosidad aumentó, tanto que de inmediato me dispuse a acercarme para observar.
Seiya estaba en lo correcto, el regalo de mis padres nos ayudaría a solucionar todos nuestros problemas económicos, y es que lo que había en el sobre era un cheque con muchos ceros del lado derecho que mis padres habían ahorrado por bastante tiempo, pero todas nuestras esperanzas de utilizarlo en nuestro beneficio se esfumaron cuando mi madre específico cuál era la finalidad de ese dinero.
—Este es un fondo de ahorro que habíamos planeado utilizar en otras cosas, pero dada la situación hemos cambiado de opinión. ¡Chicos! No se preocupen por nada, nosotros correremos con todos los gastos de su enlace.
—No mamá, por supuesto que no— de inmediato intenté persuadir a mi madre pero fue inútil.
—Serena este es un gran momento para ti, no queremos que te preocupes por nada, queremos que ambos disfruten y se diviertan sin tener que pensar en como cubrir los gastos de todos los preparativos. ¡Así que no se hable más! Tu padre y yo pagaremos la ceremonia y todo lo que esta implica.
Ahora que lo pensaba bien, tanto Seiya como yo teníamos un plan perfecto, pero nunca nos habíamos puesto a pensar en que a nosotros nos correspondía el pago del salón, el gasto del banquete, etcétera. Así que tanto Seiya como yo terminamos por aceptar involucrando a mi familia en ésta locura del matrimonio.
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¿Y si nos casamos?
Fanfic¿Quién dijo que una boda no deja nada bueno? Serena Tsukino, enfocada cien por ciento en su desarrollo profesional está segura de que elmatrimonio no es importante en su vida, o al menos eso pensaba hasta el día en que la suerte parece haberle dado...