Capítulo 15. Tentativa.

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[Pensamientos de Chris]

¿Y si le digo?

No, mejor no, si no le dije toda la preparatoria ¿porque le diría hoy?. No es el día o la hora, si le digo sería algo incómodo, en este momento soy su único refugio, la única persona en la que confía.

Después de tal conversación no puedo creer que no se diera cuenta de quien es esa chica que me quita el sueño, que me saca enormes suspiros, esa que se a robado mis pensamientos estos 5 años.

-Chris...¿ella es bonita?-.

-No, ella no es bonita, es hermosa-.

Diana, ya no me hagas esto por favor, solo quiero disfrutar estos últimas semanas contigo, ya no me hagas pensar en ese tema que me está matando por dentro.

-Oye...¿y como se lo pedirias?-.

-Le haría una carta diciéndole todo lo que me encanta de ella y al final le pondría la pregunta-.

-¿Enserio?-.

-Si, es simple y romántico. Además a ella le gusta leer-.

Pero cuando ya no esté aquí será mas difícil que ella lo asimile y se sentirá culpable. ¿Y si le hago una carta confesándole eso cuando parta?. Esto cada vez es más difícil.

-Chris, tengo sueño-.

-Yo también pequeña-.

-Volteate me voy a cambiar-.

-Diana, ve al baño o mejor me salgo del cuarto-.

-No Chris, estamos en confianza, osea equis-.

Empecé a reime, pensé que era un chiste y que se iba a ir al baño a cambiarse. Pero cuando hice la mirada al frente ella estaba sin blusa, exhibía su blanca piel y su sostén negro con pequeños encajes.

-¡Diana!- sin pensarlo salí del cuarto y ella empezó a reírse de mi- cuando termines me avisas- lo dije en un tono de disgusto, tenía que finjir que no me agradó tal escena.

Entonces sonreí, no podía quitarme de la cabeza esa imagen de Diana. Sin que ella hiciera el intento fue sexy para mi, me incitaba a regresar y besarla de una forma que ella jamás olvidaría, eso es admirable.

-Ya puedes entar-.

-¿Segura?, no quiero sorpresas- como me odio.

-Si, ya tengo la pijama puesta-.

Entré y ella estaba acostada. Solo me acerqué para tomar una almohada y una cobija.

-¿A donde llevas eso?-.

-Voy a dormir en el piso, no quiero incomodarte-.

-Claro que no, además es tu cama, no puedo dejar que duermas en el piso-.

Se vio algo insistente, yo accedí. Me acosté junto a ella pero sin tocarla, moría internamete.

-Chris, gracias nuevamente por dejarme estar aquí- ella se acercó a mi, lo único que nos separaba era la ropa.

-No tienes nada que agradecer, puedes quedarte aquí cuanto quieras y necesites-.

-Eres el mejor, te amo- me abrazó.

-Yo te amo más mejor amiga- ¿que diablos estoy haciendo?-.

Ya eran las 2:45 de la madrugada y no podía dormir. Todos mis pensamientos hacían demasiado ruido en mi cabeza. Mi agonía cresia cada vez más cuando veía a Diana. La tenía tan cerca de mí que si yo quería la besaba, sus labios me tentaban cada vez más.

El día en que me valla me voy a arrepentir de todo esto.

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