Capítulo 18. Sin celos.

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-Por favor quita tus manos de mis ojos. No veo nada-.

-De eso se trata tonta-.

-Hola Chris-.

-¿Quien es esa pelirroja?- Jaja te odio.

-La mejor amiga de Will. Ahora vive aquí-.

-Jaja ¿soy yo? o siento que tienes celos de ella-.

-No son celos. Simplemente la odio. Es una maldita-.

-¿Podemos hablar en otro lado?-.

-Está bien- nos dirigimos a mi auto.

Se veía algo serio, demasiado.

-¿Que pasa?-.

-No puedes tener celos-.

-¿Que?¿Porque no?-.

-Digo, perdiste ese derecho el viernes en la casa-.

-Pero...yo...ella es una desgraciada-.

-Me imagino pero saldrías perdiendo y se enteraría. Se supone que nadie debe saber lo que pasó...-.

-No fue cualquier cosa...-.

-¿No te sientes diferente?-.

-Pues... Yo me siento igual, sigo siendo la misma, no tengo súper poderes-.

-Yo si me siento extraño. Me siento más libre. Es una extraña sensación-.

-Amm... Que raro-.

-La verdad-.

-Es detestable esa tipa-.

-Puedes tener celos pero no puedes demostrarlos frente a él-.

-¿Acaso me quieres separar de Will?-.

-Esa pregunta deberías hacertela tú. Tú fuiste la que estuvo con su mejor amigo a pesar de tener novio-.

-Ya me la hice muchas veces. Además, en parte es tu culpa. Tu estuviste enamorado de mí durante años y me dices cuando yo siento algo por alguien que no eres tú-.

-¿Quien te manda a ser tan linda? Y también ¿quien te obligó a quitarte la blusa frente a mi sabiendo que no soy gay?-.

-Parecemos novios-.

-Dijiste que hacemos bonita pareja-.

-¡Callate!-.

-¿Duele la verdad?-.

-Un poco. Quiero que esto se pase, ya no quiero tener estos pensamientos-.

-¿Que pensamientos?-.

-No dejo de pensar en lo que pasó. Desde entonces me siento vacía y...- no puedo creer que esté pasando otra vez.

Una vez más los besos de Chris me hacían caer. Una vez más no me importó Will.

-¿Que haces?-.

-Solo te quito tu suéter-.

-¡No podemos hacer eso aquí!-.

-Pero en la casa sí.

Empecé a sentir tanto calor. La mirada de perversión que tenía Chris era tan... tan... la verdad no se que decir pero me tentaba a seguirlo.

-No podemos faltar otra vez-.

-¿El sábado nos quedamos ahí todo el día?-.

-Si, podemos dormir ahí-.

Que alguien me haga reaccionar.

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