Capítulo 26. Graduación y algo más.

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-¿Estás nerviosa?- sus ojos se llenaban de largrimas.

-No mamá, estoy emocionada- En realidad "Emocionada", no es el término correcto, yo diría "Nauseabunda".

-Toma-.

-Mamá, no necesitabas darme un regalo-.

-No es cualquier regalo-.

Abrí la pequeña caja de regalo que me dio mi madre. Mientras lo hacía oportunamente llega John y pone su mano en el hombro de ella, exhibiendo su anillo de compromiso.

-¿QUÉ ES ESTO?!- son unas llaves con dos colgantes, uno que dice "no hay lugar como el hogar", y el otro "Yale #1".

-Bueno, pronto te irás para estudiar en Yale y necesitas un lugar para dormir-.

-Felicidades por terminar la preparatoria, Diana- dijo John, se veía muy orgulloso de mi, que raro.

-¿Un departamento? ¿En serio?-.

-Si, de hecho fue idea de John- entonces apareció una sonrisa en mi madre de oreja a oreja.

-No se que decir- mis ojos se llenan de lágrimas- gracias mamá y papá John-.

-¿Me dijiste papá?-.

-Si, bueno, pronto serás esposo de mi mamá y ya no me caes mal-.

-Jajaja, está bien, hija- me abrasa.

Después del momento conmovedor nos dimos cuenta de que ya se hacía tarde para llegar a la ceremonia. Tomé mi toga, el birrete, mi bolsa y corrí a mi auto.

-¡Nos vemos allá- grité y arranqué el auto.

Cuando llegué al estadio de Basquet salí del auto y caminé lo más rápido que pude pero no iba a mi lugar, iba al baño. Tenía la necesidad de vomitar (otra vez).

Ya estábamos en plena ceremonia, primero estaban nombrando a los de promedio normal, después la orquesta de la escuela tocó y seguido de eso otra vez entregaron diplomas, ahora a los de promedio alto. No han dicho mi nombre...¿Por qué?

-¡Diana Logan!- todos empezaron a aplaudir y escuché los gritos de mi madre a lo lejos- La alumna con el promedio más alto de la generación. Felicidades por tu 9.9 total-.

¡Oh Dios!

Subo las escalera y paso a la plataforma por mi reconocimiento.

-Felicidades- dijo el director mientras me daba mi reconocimiento y estrechaba mi mano.

-Gracias- no podía borrar mi enorme sonrisa.

Y al fin, después de dos horas de estar sentada, escuchando un montón de nombres y casi quedarme dormida con la orquesta por fin terminó la ceremonia. Al final no podía faltar que todos lanzaran sus birretes al cielo.

Salí del estadio y me dirigí al estacionamiento, todo mundo estaba ahí. Estaba buscando a mi madre y a John. En eso detrás de mi escuché a alguien que me hablaba.

-¿Quién es la joven más inteligente del mundo?-.

-¡Papá!- me lancé a él y lo abracé con mucha fuerza, hacía tiempo que no lo veía.

-Tú madre y John te están buscando-.

-Vamos con ellos-.

-¿Y cómo vas?-.

-¿A qué te refieres, papá?-.

Se volteó a verme con unos ojos de *Sabes a lo que me refiero*.

-Ahh, el bebé... Bueno, no me quejo, apenas tengo cinco semanas-.

-¿Y Chris?-.

-No lo sé, no lo he visto-.

Y a lo lejos vi a mi madre con un ramo de tulipanes amarillos y naranjas, supongo que son para mi.

-¡Felicidades!- si eran para mi las flores- Dejame ver ese reconocimiento-.

-Son hermosas mamá-.

-No tanto como tú- giré a la derecha y ahí estaba Will con un ramo aun más grande pero de rosas.

Le di las flores a mi papá y caminé hacia Will.

-Felicidades "nerd"- me dijo al oído- Te quiero- y me abraza- Son para ti-.

-Gracias por más flores y también felicidades- me acerqué a él y le robé un pequeño beso- También te quiero-.

-¿Has visto a Chris?-.

-No, por ninguna parte, creo que no pudo venir-.

Entonces mi celular empezó a vibrar en mi pantalón, lo saqué y curiosamente era una llamda de Chris.

-¡Chris!-.

-¿Dónde estás?-.

-Cerca de la entrada al campo de atletismo-.

-Voy para allá-.

Colgué y vi a Will, se veía algo tenso y preocupado.

-¿Ya viene?-.

-Si- miré a mis padres- Ya puedes irse, más tarde los alcanzamos-.

-Está bien cariño, dame esas flores- mira fijamente a Will- Es un gusto volver a verte-.

-Igualmente, señora...-.

-Próximamente, señora Paine- se fueron y me quedé con Will.

Veía a todos lados y no lograba ver a Chris, debo confesar que el cuerpo me temblaba demasiado.

-¡Diana- por fin, ahí estaba Chris y venía corriendo directamente a mi-.

-¡Chris!-.

-¿Will?-.

-Hola Chris, es bueno volverte a ver-,

-¿Qué haces aquí?-.

-Chris, tenemos que hablar y Will será parte de esto-.

-¿Por qué?- de la nada se veía bastante confundido.

Decidimos ir al lugar donde empezó todo esto, el Café 365. Ni había ido ahí desde... vaya, demasiado tiempo.

-¿Qué tiene que ver Will con nosotros?- me pregunta algo enfadado. Will se tensó un poco.

-Chris... de una vez te digo... no hay un nosotros-.

-¿A qué te refieres?-.

-Entre nosotros no hay nada- bajé la cabeza un poco- Estaba confundida-.

-¿Están juntos otra vez?-.

-Si- responde Will algo tembloroso.

-¡¿Me hiciste venir para nada?!-.

-No lo veas así, la doctora quiere hablar contigo. En dos semanas es la siguiente cita-.

-Espera un momento...- Will se pasa la mano por el cabello- ¿Qué esperabas de Diana?-.

-No es necesario que lo diga, es bastante obvio-.

-Perdoname Chris-.

-No, no me pidas perdón- da un gran suspiro- Siempre supe que nunca... bueno, tu ya sabes que-.

-Tienes razón-.

-Y mientras tu estés ausente, porque creo que te irás de nuevo, me haré cargo de Diana y de el bebé-.

-O la bebé- añadí.

-Prentendo irme otra vez, de hecho ya tengo trabajo, puedo mandarte dinero, Diana-.

-Te lo agradezco pero Will también quiere hacerse cargo-.

-No siempre podrás estar para ellos, se que apenas tenemos dieciocho pero...-.

-Diesisiete- interrumpo- Mi cumpleaños es el 20 de octubre por sí no lo recuerdan-.

-Cierto, aún tienes diecisiete- dice bulonamente Chris-.

-Entonces... ¿Es un trato?- Will estrecha su mano y Chris lo hace esperar durante algunos minutos.

-Trato- Pff, por fin respiré.

-Socios- dijo Will y comenzamos a reír. Esto fue mejor de lo que esperaba.

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