Contesta por favor, necesito hablar contigo, tu que eres el único que me conoce mejor que mi propia madre.
-¿Hola?- gracias.
-¡Chris!-.
-¡Hey Diana!¿Que pasa?-.
-¿Puedo quedarme a dormir a tu casa? No quiero estar con mi mamá ésta noche-.
-¿Que?¿Porque?-.
-Tuve un problema con ella, estoy aprovechando que salió y estoy tomando algunas cosas-.
-Claro que puedes quedarte aquí-.
-Gracias, no sabes como te lo agradezco, sólo tengo que llevar a Will a su casa y listo-.
-Espera ¿ya están bien?-.
-Si, es una larga historia...- entró otra llamada, que raro- oye te cuelgo me entró otra llamada-.
-¿Hola?-.
-¡Diana, tu mamá ya llegó!-.
-¿Que? Tengo que correr-.
Por suerte tomé lo que necesitaba y corrí de mi cuarto pero mi mamá iba subiendo las escaleras, nos encontramos.
-¡Diana, cariño!- me abrasó como si no me ubiese se visto en años- ¿a donde llevas eso?-.
-Mamá, voy a pasar la noche en casa de Chris-.
-No me dejes sola ¿acaso estás enojada?-.
-¿Enojada? No, confundida tal vez, sigo sin creer el hecho de que te vallas a casar si te separaste de mi papá hace menos de un año-.
-Lo que tuve con tu papá nunca funcionó, nada de lo que hicimos estuvo bien...-.
-¡¿Nada?! Osea tenerme no estuvo bien...¡PERFECTO!- no puede ser, gancho al corazón- ya me voy, quiero mas bien necesito estar lejos de ti-.
-No me refería a eso, mal entendiste mi niña-.
-No mamá, dejaste muy claro todo y de una vez te voy a decir, en cuanto cumpla 18 voy a trabajar y tener mi propio departamento, no pienso vivir contigo, con John y con el tonto de su hijo que parece que tiene retraso mental- le pasé por un lado sin dejar que dijera más, estaba tan furiosa.
-Diana...cuidate-.
-Gracias mamá, hasta mañana-.
Salí de la casa tan enojada, subí al auto enojada, todo estaba pasando tan rápido y me sentía tan confundida.
-Vete a la casa de Chris-.
-¿Que? Pero tengo que llevarte a tu casa-.
-Casi lo olvido, aquí está mi moto-.
-Cierto, no me había dado cuenta-.
-¿Nos vemos mañana en la escuela?-.
-Si, hasta mañana-.
Bajó del auto y se subió a su motocicleta, yo encendí el auto y me fui a la casa de Chris, sentía una gran necesidad de llorar pero también tenía mucha hambre, por suerte cerca de la casa de Chris hay una gasolinera y junto a ella una tienda.
Después de ir a la tienda y comprar dos bolsas de Doritos Nacho, un hot dog y un vaso grande lleno de Sprite, llegué a la casa de Chris.
Toqué la puerta como pude tenía las manos llenas.
-¡Dianita! Que milagro que vienes, deja te ayudo con eso-.
-Señora Striker, lo sé, si no es mucha molestia-.
-Pasa mi niña-.
-Gracias ma'- .