*Descripción del cielo*
Una semana después Will despertó, estaba demasiado confundido, no entendía porque tenía un brazo roto ni el porque le dolía tanto la cabeza.-¡Ayuda!- dijo lo más alto que pudo Will. Al momento entró una enfermera, mayor de edad y ojos azules.
-¿Cómo te sientes?-.
-¡¿Por qué estoy aquí?!- se sacudió y se lastimó- ¡¿Dónde está Diana?!-.
-Tranquilo, te vas a lastimar otra vez-.
-Diana-.
-¿Quién es Diana?-.
-¡Es mi novia!- respiró profundamente y puso su mano izquierda en su pecho para hacer menos el dolor- Es una chica delgada, cabello café oscuro, ojos cafés, sonrisa enorme, tes blanca y está embaraza... ¡La floresilla!-.
-¿La floresilla?-.
-¡Si! Así le digo a la bebé que está esperando-.
-Deberías descansar un rato...-.
-¡No!- dijo muy enojado mientras le sostenía la mano a la enfermera- Necesito verla... ¡Ahora!-.
-Más tarde-.
-La estaré esperando-.
Esto pasó a la una de la tarde, la hora de las visitas es a las cuatro con treinta minutos. Había un reloj arriba de la puerta, Will no dejaba de verlo.
No dejeba de pensar en lo que había pasado. Él sólo recordaba que estaba jugando con su celular y que Diana había gritado el nombre de Chris, recordaba que había dado muchas vueltas y que había volado un poco cuando salió disparado del auto.
-¿Cómo se llama?- preguntó la enfermera desde la puerta.
-¿Eh?- respondió Will, estaba en la luna.
-¿Cómo se llama la chica?-.
-Diana Logan Rowe-.
-La buscaré en el sistema y así podrás verla-.
-Gracias-.
La mujer se alejó de ahí. Will se rompía de los nervios, desesperación y dudas. Sólo fueron diez minutos lo que tardó en encontrar esa información, diez minutos que a él le parecían eternos.
-¿Estás listo?-.
-Desde hace rato-.
La enfermera se acercó a Will, lo ayudó a sentarse, preparó las cosas y salieron del cuarto.
-¿No quieres cambiarte? Tu madre dejó un pantalón deportivo y una camisa-.
-Si, por favor- ella se alejó al mini closet que estaba ahí, sacó el conjunto y se lo dio a Will.
Después de haberse cambiado, salieron ahora si del cuarto y caminaron por un largo pasillo, Will veía a todas partes. Más adelante había un letrero muy peculiar.
-¿Recuperación intensiva?- preguntó Will con un nudo en la garganta, estaba imaginando lo peor.
-Si. Ella está en la habitación siete.
Will sólo tragó saliva y siguió caminando junto a la enfermera para encontrar tal habitación. Cuando menos se dio cuenta, ya estaba ahí.
La enfermera abrió la puerta, Will tenía los ojos cerrados, seguía teniendo ese sentimiento de que algo muy malo había dentro de ese cuarto frío. Suspiró y entró.
-¡Dios!- dijo Will mientras sus pulmones se comprimían- Diana...-.
-Ella esta bien, en coma, pero bien. La máquina la tiene estabilizada-.
-¿Cuánto lleva así?-.
-Tiene el mismo registro que tu... Una semana-.
-Dios... espere... ¡¿y la bebé?¡-.
-Aquí dice que está en la incubadora-.
-¿Podemos ir?-.
-¿Ahora?-.
-No. Quiero pasar un momento junto a ella-.
La enfermera asintió con su cabeza y salió de la habitación de Diana. La puerta se cerró, Will giró su mirada a Diana, se acercó a ella y escasas lágrimas le comenzaron a salir al tomar la mano de Diana.
-Diana...- apenas él se escuchó- regresa a mi, regresa por la floresilla, por lo que sea... regresa-.
Sólo él escuchó esas palabras. Se le partía el alma por ver a Diana sin movimiento alguno, ella estaba helada, respiraba gracias a un tubo que tenía en la boca, estaba pálida.
Otra vez había perdido la noción del tiempo. Habían pasado quince minutos, él sólo la contemplaba y suplicaba que ella despertara.
-¿Aún quieres ver a la bebé?- preguntó la enfermera desde la puerta.
-Sí es posible-.
-Vamos, es en el piso de abajo-.
Will vio a Diana por última vez y acompañó a la enfermera para ir a las incubadoras.
Cuando bajaron con el acensor al piso de abajo el corazón de Will se aceleró de la emoción, iba a conocer a la bebé.
-Ahí está-.
-¿Cuál es?- habían tres bebés.
-Obviamente la de la cobija rosa-.
Cuando consiguió verla mejor su día mejoró. Ahí estaba, la bebé de Diana, la pequeña sobreviviente.
-¿Por qué tiene eso en la nariz?- preguntó Will preocupado.
-Por ser sietemesina tuvo problemas respiratorios al nacer, pero de ahí en más todo está perfecto-.
-Que bien-.
-Ustedes fueron famosos cuando llegaron-.
-Cuatro el mismo día... ¡Chris!-.
-¿Disculpa?-.
-¡El otro accidentado!-.
-Ya se me hacía mucho que no preguntaras por él-.
-¿Qué le pasa?-.
-Anoche falleció- suspiró la enfermera- Despertó al tercer día de haver llegado, conoció a la bebé y ayer se puso mal-.
-¡¿Qué?!-.
-Lo lamento-.
-¿Por qué murió?-.
-Tuvo un infarto cerebral-.