Durante dos meses Will y yo estuvimos saliendo, todo era tan hermoso y maravilloso, durante toda mi vida pensé que jamás sentiría esto que siento por él pero no quiero dar el primer paso hasta que él diga algo.
Ahora durante el receso mientras estaba a Chris con mi desayuno sentí que alguien me abrazó por atrás rodeando mi cintura y se me erizó la piel al momento.
-Buenos días- lo dijo y me dio un beso largo en la mejilla, me dí la media vuelta y lo vi a los ojos abrazándolo.
-Hola Will, no te había visto en dos días-.
-No todos los días tenemos química y literatura-.
-Eso no significa que no puedas buscarme-.
-Tu también puedes buscarme-.
-Pero yo tengo menos clases que tú y...-.
-Okay, yo te buscaré de ahora en adelante- terminó su frase y me dio un beso en la frente- ¿a quien esperas?
-A Chris-.
-Ah cierto- me soltó instantáneamente- tu novio-.
-Escuche mi nombre, aquí está tu desayuno, ¿todo está bien aquí?-.
-Nada, espero y no te enojes con tu novia por abrazarme- respondió
-¿Ella?¿Mi novia? Estas muy equivocado compañero, ella es mi mejor amiga desde hace 13 años-.
-¿Enserio?- respondió confundido.
-Sí, paso mucho tiempo con él por que es mi único amigo en todo el mundo- dejé la bandeja con comida en la mesa y abracé a Will- nada fuera de lo común.
-Me voy, los dejo par de tortolitos-.
-Jajaja cielos-.
-¡Chris!-.
-No le hagas caso, necesito decirte algo-.
-¿A si?¿Que es?- respondí algo desconcertada.
-Bueno más bien es una pregunta- me miro a los ojos y continuó- ¿Quieres ir a caminar conmigo a el laberinto?
-¿El laberinto? Está bien ¿Cuando y a que hora?-..
-Si, será muy divertido, hoy a las tres, paso por ti a tu casa-.
-Pero no tienes auto-.
-Me voy, paso por ti a las tres en punto-.
Fue algo raro, supuse que ya tenia un auto por que me había comentado que estaba trabajando o eso creo. Todo el día estuve pensando en que podría ponerme considerando que tenia que verme bien pero no morir de frió. Es octubre y ya esta helando.
Al salir de la escuela llamé a Chris. Necesitaba que me ayudara con lo que iba a usar.
-¿Diana?- contestó confundido- ¿que pasa?-.
-Hey Chris, ven a mi casa-.
-¿Para que?-.
-Pues voy a tener una cita con Will y...- me interrumpió.
-Y no sabes que ponerte, okay nos vemos en tu auto-.
Cuando llegué a mi auto ahí estaba Chris esperándome, abrí el auto, nos subimos y conduci directo a mi casa y fui lo más rápido posible, ya quería llegar.
-Okay ya estamos aquí, lo primero tienes que verte bien, estar cómoda y no morir de frío-.
-Es justo lo que estaba pensando-.
-Veamos, unos jeans, estas lindas botas cafés y esta chamarra verde que parece suéter- lo puso en la cama, puso una silla enfrente de mi espejo y me sentó- cabello suelto, poco maquillaje, te veras bien-.
-¡Wow! Eres un genio, gracias-.
-Me amas y yo quiero que ya te arregles mientras voy a la cocina a ver que encuentro-.
Me quedé sola en mi cuarto, cerré la puerta y empecé a arreglarme, durante ese rato imaginé como sería todo, tenía el ligero presentimiento de que algo mágico iba a pasar. Sin darme cuenta dieron las 2:55, por suerte ya estaba lista.
-Lista- Chris me vio y sonrió-.
-Hermosa, pero me tengo que ir, tengo que terminar un proyecto-.
-Está bien, cuando regrese te llamo y te cuento todo-.
-Okay- me dio un beso en la frente- cuídate-.
-¡Diana!- escuché un grito afuera de mi casa-.
-Creo que ya llegó tu príncipe-.
Salimos al mismo tiempo, él se fue, cerré la casa y fui con Will.
-¡No puedo creerlo!-.
-Esto es de locos, Will, traes el mismo suéter que yo-.
-No pienses que soy gay o que te espió o algo por el estilo-.
-No no, de hecho se me hace gracioso- nos vimos a los ojos y sonrió- ¿y esta motocicleta?-.
-La compré yo mismo y ya deberíamos irnos- subí a la motocicleta, me puso un casco y arranco.
El camino de mi casa al Laberinto es largo y jamas me había subido a una motocicleta, estaba abrazando con mucha fuerza, temía caer.
-¿Estas bien?-.
-Si, solo es la emoción-.
Seguimos nuestro camino y por fin llegamos al Laberinto, hace mas de 5 años que no visitaba este lugar, la ultima vez que haba venido fue para una fiesta de Halloween.
-Alcánzame-.
-¿Que?- salio corriendo e inmediatamente fui atrás de el.
Corrimos tanto, no podía encontrarlo pero escuchaba las hojas secas tronando y sabia que el estaba cerca de mi hasta que llegue al final y Will me abrazo por detrás.
-Gane-.
-Es trampa, no te encontre, te escondias de mi-.
-Esta bien, tu ganas princesa-.
-¿Princesa?-.
-Si- me dio un beso el la frente- desde el principio te he visto cómo una princesa-.
En ese momento solo lo vi a los ojos y le sonreí, por dentro sentía que me desmoronaba, sentía mariposas en el estómago.
-¿Crees en la magia?-.
-Depende-.
-¿Y en las sorpresas?-.
-Pues si pero...-.
Fue tan rápido, me detuvo, me acercó a él y me besó. Ahí estaba, mi primer beso.
-¿Ahora si crees en la magia?-.
-Amm yo, bueno la verdad es que yo...yo-.
-¿Que pasa?- pregunto asustado.
-Perdón por arruinar el momento, fue hermoso pero...-.
-Entiendo, ¿era tu primer beso?-.
-Si y fue hermoso pero ni se lo que hice, me siento tan frustrada- me tape la cara con las manos, no sabia que sentía.
-Tranquila- me abrazo, me levanto la cara y me vio a los ojos fijamente- no te preocupes, fue mejor de lo que esperaba, si te sorprendí, enserio no te lo esperabas, funciono-.
-¡Ay no!¡Me quiero morir! Enserio me siento frustrada-.
-Diana..-.
-¿Que pasa?-.
-Te quiero-.
-Amm yo...--
-Pero mas que como amiga- me beso por segunda vez- Diana, te amo-.