No estaba tan lejos el salón de castigos pero el camino se veía muy largo por el hecho de que él iba junto a mi. Aun no empezaba el castigo y ya estaba sufriendo como nunca.
Entre ahi y seguido William, todos estaban riendo y gritando, parecía una jaula de locos. Busqué un asiento libre y lejos de los demas, habia dos, uno junto al otro, yo senté en el que estaba junto a la ventana y él junto a mí.
-¿Estas enojada?-.
-¡No me hables!-.
-Para todo hay una primera vez-.
-¡Como sea!- le contesté sin dirigirle la mirada.
-Como quieras-.
-Patán-.
Cada minuto que pasaba me enojaba más, en parte porque era mi primer castigo y en segunda porque no podía creer que no se disculpara o que hiciera el intento, por mas que quise no aguante, lo miré y valla sorpresa la que me dio... ¡Estaba leyendo!.
-¿Lees?- le pregunté totalmente sorprendida.
-Si, de hecho a algunos "patanes" nos gusta leer-.
-Ese es mi libro favorito, de hecho "Orgullo y Prejuicio" fue el primer libro que leí-.
-Felicidades, sí me disculpas...- volvió al libro y me dejó anonadada, al mismo tiempo me enojé.
Con tal animo que traía lo seguí ignorando el resto del castigo, bueno, nos ignorabamos porque el seguía leyendo. No nos dirigimos la palabra pero se sentía una gran tensión entre nosotros dos.
Estaba escuchando música, no tenía nada más que hacer, cuando de la nada algo me golpeó el ojo y se empezaron a reir todos los que estaban ahi.
-¿Que es esto?- era un avión de papel que decía "perdedora"- muy gracioso- les dije en voz alta.
-Tranquila, sólo estamos jugando, no te vallas a enojar y nos ataques con tus rayos matemáticos- todos se soltaron riendo, eso me molestó y me levanté.
-No tuvo sentido eso que dijiste Max, ya déjame en paz- me senté y él se acercó a mí.
-Ni en tus sueños, no te dejaré en paz hasta que digas que me amas- me lo dijo al oído.
-¡Déjala en paz!- William se levantó y empujó a Max.
-¡No estoy hablando contigo!- Max le respondió el empujón.
-¡Pero no tienes que molestarla!- le contestó algo molesto, se miraron fijamente, estuvieron a nada de pelearse pero la campana los interrumpió.
-¡Esto no se quedará así!- se acercó a mi y me dijo -nos vemos cariño- por inercia le di una cachetada.
Salieron todos, William y yo atrás de él, no podía dejar eso así, tenía que decirle algo despues de tal acto.
-¡William!- le grité algo temblorosa.
-¿Es a mi?-.
-Si, sólo quería agradecerte por eso, Max me molesta desde la secundaria-.
-No hay de que, pero dime Will-.
-Está bien, soy Diana-.
-Okay, Diana ¿tienes libre la tarde?-.
-Si-.
-¿Te gustaría ir conmigo a algún lugar?-.
-Está bien, me tengo que ir, nos vemos-.