Fue difícil hacer que Diana entrara en razón, que aceptara todas esas cosas que fueron importantes. Todo cambió cuando estaba en casa, eso significaba que iba a estar más tranquila y que iba a ser de mente abierta. Ella pidió la presencia de Will y la de Scarleth. Will no quería ir, no daba explicaciones, simplemente decía que no quería ver a Diana y tampoco quería que ella viera a la bebé. Fue difícil convencerlo.
Dos semas después decidieron hacer la platica, ella estaba bastante nerviosa, aún no estaba segura de querer saber con lujo de detalle lo que había pasado en un año, ella aún no quería aceptar que ya tenía dieciocho años.
-¡Diana!- gritó su madre desde el piso de abajo- ¡Ya llegó Will y Scarleth!
-¿Quiero conocer a mi supuesta hija?- murmuró para ella misma mientras se veía al espejo, acomodaba por última vez su largo cabello.
Mientras Diana decidía bajar y afrontar la realidad, Will estaba sentado en uno de los sillones de la sala con Scarleth en sus piernas.
-Es mejor que valla a buscar a Diana- dijo la mamá levantándose de su asiento.
-No es necesario- dijo Diana mientras bajaba las escaleras. Will no quería voltear a verla.
Ella se sentó junto a su madre, John y su hijo estaban en unas sillas aparte, y Will estaba frente a Diana. Se sentía la tensión en ese luga
-¿Ella es Scarleth?- preguntó Diana. Sus ojos destellaron.
-Si- contestó Will cortante.
-¿Saben? Yo no debo estar aquí, ni John, nadie. Esto es de ustedes dos. Me duele pero Will estuvo más presente este año que yo. Los dejo solos-.
-¡No! Mamá, te necesito aquí-.
-No, Diana. Esto es de ustedes. John y Graham, vámonos de aquí-.
Sin dejar que Diana dijera más se fueron, dejándolos solos. Will estaba muy tenso.
-Que esto sea rápido-.
-Si accediste venir es porque ibas a estar el tiempo necesario, ¿no?-.
-Vine más a fuerzas que de ganas-.
-Que raro. Hace unos días morías por mi y ahora ni quieres saber de mi- Will se quedó serio- ¿Creés que no me di cuenta? Se que me mi mamá te rogó para que estuvieras aquí-.
-No es raro. Todo lo referente a mi te es ajeno. No te interesa-.
Lo que en realidad pasaba es que Will estaba frustrado, destrozado, triste, había perdido una parte de él, había perdido una parte de su felicidad. Él tampoco aceptaba que Diana olvidara todo lo que había pasado y le dolía el hecho es que ella había rechazado horriblemente a Scarleth.
-No seas así conmigo- ella suspiró- No se por qué te estás portando así, ni por qué tu tensión, pero perdona. Se que esto es difícil. Ponte en mi lugar, ¿cómo te sentirías?-.
-Confundido. Pero yo en cambio a ti no sería un histérico y escucharía todo lo que me dijeran. Además sí me dijeran que tengo una hija yo no la rechazaría-.
-¿Por qué creés que accedí a ésta conversación?- dijo con un tono enojado.
-Por las razones que sean, a mi ya no me interesa eso- sacó un juguete y una manta de una mochila que él traía y se lo dio a Scarleth- Cariño, juega con tu juguete mientras mamá y yo hablamos- dijo mientras ponía la manta en el suelo y ahí dejaba a la niña.
-¿Mamá? ¿Ella sabe que soy su mamá?-.
-Si. Aunque sólo tenga seis meses, creeme, es una niña muy inteligente-.