Capitulo 58: La humillación hacia el perro blanco.

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-Mire señor, no tengo ganas de soportar las estupideces que dice, y solo está aún vivo debido a que es un duque de Obelia, y parece ser importante para dicha nación, le recomiendo no hablar demás.

Y con magia cerró la boca del duque Alpheus, mientras que Kiel rápidamente decía que perdonara la imprudencia de su padre, almenos uno de ellos sabía dónde estaban.

Hasta que Claude decidió hablar.

-Mocosa, acaso no sabes frente a la presencia en la que te encuentras.

El no estaba enojado pero con su tono de voz parecía que ese era el caso.

-Magestad, parece que usted tampoco sabe dónde está, recuerde que en estos momentos dejo de ser Athanasia Day de Alger Obelia.

Cerberos arto de todo esto mostró su forma para quienes tenían pecados.

Ahora era un perro de tres cabezas con una altura de más de diez metros que mostraba sus colmillos y tenía los ojos tan rojos como la sangre de los humanos.

-Cerberos, tranquilo, no te preocupes, es mejor continuar....claro si es que antes Tanatos no los mata.

La última parte lo dijo por lo más bajo pero aún siendo escuchada por los presentes.

Todo el grupo decidió continuar y al terminar no esperaron ver una ciudad.....esa ciudad estaba de color oscuro y cubierta de oro....

Al perro blanco le brillaban los ojos como su estuviera en su lugar favorito, no dándose cuenta de que este era el inframundo.

Todas las almas y criaturas de la noche cuando vieron que su princesa llegó se arrodillaron y como de costumbre dijeron "Gloria y Bendiciones a la única princesa del inframundo Athanasia de Alger Aeneis".

La princesa había regresado.

Pero no sola.

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