Entré con Cande al boliche nuevamente, estaba temblando. Yo había tomado un poco de más y no entendía muy bien que había pasado, pero sé que intentaron abusar de mi y que él apareció de nuevo, y me salvó. Cuando yo ya estaba mejor él se fue, no sé a donde, ni preste atención a eso. Llegó mi amiga y lloré de nuevo un rato con ella. Después de una consolación, volvimos adentro, aún con pánico.
Nunca entendí este tema, el por qué la mayor parte de los hombres se cree superior a las mujeres. Desde chica soy consciente del machismo que hay, por lo menos, en mi país y siempre estuve buscando una razón de por que era así. Nunca la encontré.
Hablamos con los chicos y decidieron volver a nuestra pequeña cabaña. No estuve muy de acuerdo, ya que se notó que lo hicieron por lástima. Yo creí que podría estar bien ahí, pero no cambiaron de opinión y regresamos.
Tardé mucho, bastante, en dormirme. No podía dejar de pensar el horrible momento en el que me forzó a ir con él y a querer hacer algo, que yo claramente no quería. Aunque, dejando todo este miedo, tuve mucha, mucha, mucha suerte de que Peter apareciera y se ocupara de ese machista.
Ya estaba agradecida por mi ídolo por todo lo que me enseñó y por la gran persona que es, pero ahora iba a agradecerle por siempre por ese acto de valentía que él tuvo por mí. No es que a él no le importó lo que estaba pasando; si no que vino, se acercó calmado -aunque terminó bastante inquieto- y defendió a una chica que ni conocía. Iba a decirle tantas veces gracias la próxima vez que lo viera que me iba a doler la mandíbula y quedar sin voz.
Dormí mal, de nuevo. A la mañana todos me trataron como una niña pequeña. Yo sí estaba mal por todo lo que me pasó, pero no pasó a mayores y me alivia. Sí tenía miedo, pero sentía más bronca porque él creía que puede hacer lo que quiera con las mujeres.
Luego de aclararle estas cosas a los chicos y repetir una y otra vez que estaba bien, fuimos hacia una nueva excursión. Hoy recorrimos las Ruinas de San Ignacio. Tomé varias fotos y pude despejar bastante mi cabeza de las mil cosas que pensaba. Entre ellas estaba la melodía que había escrito el día anterior de viajar hacia aquí. Obviamente que lleve mi cuaderno donde escribía todo lo que me pasaba, las ideas que tenía, las canciones ya armadas, y muchos otros 'machetes'; anoté unas frases que rondaban por mi mente y fuimos a merendar a una cafetería cercana.
A la noche, paseamos un poco por la ciudad. Nunca lo habíamos hecho a la luz de la luna y hacerlo fue una elección indicada ya que todo se veía completamente hermoso. Cenamos en un buen restaurante y seguimos recorriendo.
Cuando ya todos mis amigos querían volver a casa, propuse ir hasta las cataratas, ya que de noche también se debería ver espléndido. Aceptaron ir y Agustín condujo el auto una vez más. Gran idea dirigirnos ahí, totalmente cambiada la vista. Si de día se veía hermoso, de noche aún más. La luz que daba la luna llena, reflejaba en el agua que caía, mi mirada se basaba en eso.
Mery vino corriendo hacia mi asustándome y gritando al punto de preocuparme.
-Marianaaa -grito mi amiga y reí -
- Que paso Mery, baja un poco - solté una risa nuevamente -
- No vas a creerme - como le gusta el suspenso - No sabes quién está
- Ahora si me lo imagino. - claro que pensé en Peter - ¿Dónde está?
- Vení, dale, rápido - me apuróPara mi sorpresa, no se encontraba justo él ahí; pero la emoción fue más grande cuando vi a Cande hablando con Eugenia Suárez y Gastón Dalmau. Dios que héroes ellos dos, también parte de mis ídolos y banda favorita. Lloré sin darme cuenta de la emoción de verlos. Los abracé y me devolvieron el gesto con cariño. Nos tomamos varias fotos y hablamos un poco. Candela, siempre en ridículo, le pidió a Gas que firmara su frente y a Euge su brazo a lo que todos reímos. También dijo que no se iba a bañar más para que no se le borre y mostramos una cara de asco y extrañeza. Agus no entendía nada de lo que pasaba y se notó que no conocía ni admiraba tanto a la banda como nosotras tres, que chico raro esté, pensé. Mery también estaba muy contenta por la situación, mostraba toda su energía pero con un poco de timidez y su respeto de siempre hacia cualquiera. Y yo, bueno, todavía no creía que haya estado con ellos y con Peter. Tener una foto, una firma, un recuerdo juntos. Espero seguir viéndolos y cruzarme con los dos integrantes restantes. Los quería muchísimo.
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Enamorada de mi idolo
Teen FictionMariana Esposito, 20 años. Fan de los Teen Angels y enamorada de uno de los integrantes, su gran ídolo, Peter Lanzani. Su sueño es conocerlo ¿podrá cumplirlo?