- ¿Fue verdad? Candela por favor decime que sí porque me muero... igual si me decís que no también me desmayo -mi cabeza dolía menos después de la siesta. Ella rió-
-Perdoname La, pero, no, ósea, no sé. Si fue así como me lo contaste, que estaban solos afuera, y después no me contaste nada, puede ser que sí. Pero yo no recibí esa información -hice un puchero y aguantó su risa- dale amiga, llevan una semana conociéndose, tienen tiempo
-No se si te acordás... pero vinimos nada más tres semanas acá -tomé de mi vaso con agua-
-Ah cierto -susurró- Bueno no importa. ¿Querés llamarlo? Digo si ayer te llamó, tenés su número - gesté una sonrisa enorme- para emoción, ¿no te acordabas? -calmó mi excitación-
-Ay boluda no, no me acordaba, ay ay ay ay, ¿vos decís que lo llame? ¿Da que lo llame? No no, no da. Mira si lo besé, ay que sueño, y si no lo besé bueno, pronto será -hice una cara pícara y mi amiga largó una carcajada- ¿Lo llamo o no lo llamo? Sí, lo llamo.... No no, no se Candela, mira si está durmiendo, está con los amigos, de excursión, en un yate o en un spa, ¿y si lo interrumpo en otra cosa? No no no, queda muy mal -hablaba sola mientras mi amiga me miraba sonriendo-
-Dale, si no lo llamás vos, lo llamó yo - deslizó su mano hasta mi móvil pero se lo arrebaté rápidamente- Llamalo
-Ay no...
-Llamalo -con tanta firmeza lo dijo que no tuve otra opción que hacerlo-
-Me llamó tres veces -me sorprendí porque no me había precavido de eso- Que hermoso -terminé cayendo en ternura- No me sigas eh - marqué el número y me dirigí al cuarto.
A la primera no atendió, no me animé a dejarle un contestador y lo llame de nuevo, aunque con algo más de vergüenza. Atendió, casi me desmayaba.
-Hola La - dijo una voz ronca, me enamoró todo de esas dos palabras-
-Hola Peter. Disculpame si te molesto, ¿estabas durmiendo? -pregunté por su voz-
-No me molesta -rió suave- y no, no estaba durmiendo. Si lo decís por mi voz es por lo gritos de ayer -reímos-
-Bueno, disculpa
-No - dijo sobre mí voz
-¿Tenés que hacer algo hoy? -pregunté y hubo un silencio. Después su risa sonó
- Sí, tengo que hacer algo - me entristecí- con vos -No reaccioné- Ey La, ¿estás? ¿Qué querés que hagamos? - rió suave -
-Perdón Peter - balbuceaba al hablar - Es que... no puedo creerlo
-Tomame como conocido de una vez, no soy una estrella
-Sí lo sos, sos mi superestrella y mi ídolo -pude percibir su sonrisa tras la línea-
-Gracias... ¿Queres hacer algo conmigo o te da "cosa" estar con un famoso? -la última palabra lo dijo en tono de burla y no aguanté la carcajada-
-Obvio que me muero por hacer algo con vos
-Bueno, tratá de no morirte baby -esa última palabra, esa última palabra. La dijo tan común que... me recorrieron escalofríos por todo el cuerpo-
-Si me lo pedís vos, me hago inmortal -rió- ¿Querés tomar algo ahora o preferís cenar en la noche? -pregunté para nuestra in-creíble cita
-A la noche para que tengas tu tiempo de relacionarlo y prepararte -otra risita escapó de su boca- ¿Querés que te pase a buscar? - que propuesta del bien- ¿o nos encontramos allá?
-Nos encontramos allá mejor - No quería que mis convivientes vean que encima de salir con Lanzani, él me vendría a buscar- ¿Te gusta un lugar en especial? -cuestioné-
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Enamorada de mi idolo
Teen FictionMariana Esposito, 20 años. Fan de los Teen Angels y enamorada de uno de los integrantes, su gran ídolo, Peter Lanzani. Su sueño es conocerlo ¿podrá cumplirlo?