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Ya sexto día en Misiones. Hoy haríamos un viaje en lancha hasta las cataratas del lado brasileño, así que me alisté para salir a las 9 de la mañana. Luego de llamar a mis tres compañeros varias veces, a las 10 ya salíamos para la embarcación. Estábamos esperando a unos 3 viajeros más cuando Candela me separó de los demás.

-¿Me das el agua? -me pareció raro -

- Si - dije dudando y con las cejas fruncidas- ¿Pero pasó algo más? Digo, me alejaste del grupo

-Eso decímelo vos - levanté una ceja sin entender - ayer estuviste todo el día con una sonrisa de oreja a oreja Mariana, ¿Qué pasó? -No podía negarlo - Adivino

- No - la interrumpí- No lo vas a creer, ni yo lo creo -ya sonreía como boluda de nuevo - Me crucé a Peter

-Eso ya no es raro - susurró sobre mí voz -

-No, no es raro, pero lo raro es que él se acercó a mi Candela - sabía que mis ojos brillaban - ¿Entendés? Él a mí, se me acercó- repetí -

-Que suerte la tuya Mariana lpm - me reí despacio - Pero te lo mereces amiga, y lo re mereces, sos todo, ojalá te de bola ese bombón - me vino a abrazar -

-Y si me da bola, no lo tocas - dije divertida, aferrada a ella -

-No te prometo nada - reímos ambas - No amiga, jamás te haría eso - se alejó de mi e hizo una pausa- Pero con Lanzani... -alcé las cejas y ella rió- No con Lanzani tampoco, no seas celosa - pensó unos segundos - o tal vez  sí - echó una carcajada nuevamente- Te amo mucho - me sonrió

-Yo más Cande - hice puntitas y le di un beso en la frente - Y no me tocas al nene - reímos ambas hasta que ella gritó de la nada - Ay ¿Qué pasó boluda? - dije como pude -

-SE TE ACERCÓ LANZANI. NO LO PUEDO CREER - gritó nuevamente - TE DAS CUENTA LO QUE ES ESO -reí- QUE AFORTUNADA QUE SOS, TE ENVIDIO - Me sacudió los hombros y mi carcajada no paró hasta que me soltó- Lanzani, fue con vos -dijo sorprendida y asentí con la misma sorpresa- ¿Por qué no me dijiste antes? - preguntó pensativa -

-Porque le ibas a contar a todo el que se te cruzara y no da - dije aún con una sonrisa -

-¿Yo? - tenía su dedo índice apuntándose y la boca abierta con indignación- ¿Justo yo? - Asentí obvia - Así quedamos - dio media vuelta y se fue con Mery, la seguí. Ella la abrazó de costado- Ahora Mery es mi mejor mejor mejor amiga, vos no - me sacó la lengua y reímos con Mery

-Para ¿Qué pasó? - interrogó entre risas - Pareces una nena chiquita Candela - la miró- ¿Y no se supone que siempre fui tu mejor amiga? - frunció el ceño

-Ajá, siempre lo fuiste, pero ahora sos la única- entrecerró los ojos y me miro tratando de parecer mala. Nos reímos -

Agustín nos interrumpió diciendo que ya había que irnos.

Un viaje muy largo. Frenábamos cada tanto para apreciar la naturaleza. El agua cristalina dejaba ver algunos peces, medusas y mantarrayas; debo confesar que tenía pánico de que aparezca un tiburón, ballena o algo similar, aunque habían dicho que en estas aguas no pasaría eso.

Llegamos a nuestra cabaña alrededor de las 8:30 pm. Agustín decía estar cansado, apenas llegamos, se bañó, se recostó, y durmió sin importar nada. Nosotras aprovechamos para salir. Mientras Mery se duchaba, me probé todo tipo de combinación de ropa. Terminé optando por un top blanco, una pollera de cuero negra y unos tacos negros brillosos. Me sumergí en las aguas calientes de la ducha luego de Cande pasara. Minutos después, ya estaba casi lista, faltaba el maquillaje. Al ser muy mala con esto, le pedí a Mari que lo haga, me dejó un buen smokey negro en los ojos, labios rojos y un poco de rubor sobre mis mejillas. Me miré al espejo y estaba muy conforme con mi look. A las diez, llegamos al boliche y unos quince minutos después, nos adentramos en él.

Enamorada de mi idoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora