El día siguió genial. La tarde de amigos. Incluso se atrevieron a meterse en el río. ¿La noche? la mejor que pase. Hicimos una cena de despedida en A Piacere. Pitt mostró su - o nuestra - pequeña colina. Nos tiramos rodando varias veces como niños pequeños. Reímos un buen rato y luego nos fuimos a Prince. Bailamos y disfrutamos la noche entera. Salimos al amanecer y pasamos por McDonald's a tomar un helado. Llegamos a nuestra cabaña rendidos y dormimos hasta apenas las 11. Debíamos prepararnos para la partida.
Almorzamos fideos caseros mientras escuchamos música. Y no puedo creer que Peter haya cumplido con su promesa de probar el sándwich de fideos. Dijo que sabía riquísimo pero, verdaderamente, no le creí nada.
No quería irme. Pero a la vez extrañaba a mi familia, que me esperaba con ansias.
La vuelta sería en micro y salíamos más o menos en hora y media, a las 3. Media hora la utilizaríamos para el viaje hasta la terminal de autobuses. Y en la hora restante... bueno... además de boludear y llorar, no haríamos.
Pero finalmente llegó el momento.
- No hay mucho más para decir, te quiero mucho La - me abrazó Rochi.
- Se hicieron muy importantes chicos - se aflojó Gas y nos saludó a cada uno.
- Apenas volvamos organizamos algo eh - rió Nico- Se los va a extrañar. Gracias por estas semanas - se despidió-
- ¿Va una última fotito? - propuso la china sacando el celular- Ya nos vamos a volver a ver. No es tanto, ¿no? - trató de convencerse ella misma- Los quiero y los voy a extrañar. Cuidense
Peter no habló en voz alta si no que pasó por cada uno saludando. Se frenó frente a mí y me abrazó dejándome en su pecho. Respiraba hondo, notaba su tristeza. Su aroma me envolvió para recordarlo las doce horas de viaje. Me dio un suave beso en la cabeza y se separó.
- Te amo - nos miramos a los ojos pero no me contestó - Te voy a extrañar mucho - hice puntitas de pie para besarlo-
- Dale, dale, arriba todos - gritó uno-
Nos abrazamos una ultima vez entre todos.
Me estaba yendo pero Peter me frenó. Estiró mi mochila
- Ya me la olvidaba, gracias - el mundo se paralizó mientras lo vi.
Se aferró a mi y sentí sus lágrimas en mi hombro
- Un mes y medio nada más - lo calmé-
- ¿Nada más? - se distendió levantando una ceja-
- Bueno, poquito.
- Te voy a extrañar mucho, ¿te lo dije? - asentí- ¿Y que te amo? - sonreí confirmándolo- Gracias por todo, La. Cuidate. Avísame cómo llegás. Sean las 6 de la tarde o las 3 de la madrugada voy a esperar tu mensaje así que hablame - se frotó los ojos-
- Dale ya está. No me llores - lo tomé de sus mejillas y les sequé las lágrimas con mi pulgar- Te amo mucho. Va a estar todo bien. Y referido a esto - miré y toqué mi panza- en cuanto tenga algo confirmado no voy a dudar en llamarte mi amor. Pero vos mismo dijiste que si nuestro amor dio fruto lo íbamos afrontar. Juntos. Si lo pensás, no es tanto tiempo. Los días pasan rápidos. Vos vas a disfrutar, sin zarparte - levanté mi dedo índice y lo hice reír- Ríete y sonríe así todos los días. Estás con tus amigos, en las vacaciones que te mereces. Vamos a hablar todas las noches, te prometo. - lo besé- Chau amor
- Adiosito. Te amo - movió su mano saludándome mientras me alejaba-
Le tiré un beso y subí. Mi lugar estaba al lado de la ventana, junto con Mery y detrás de Cande, que escogió sentarse con Agus.
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Enamorada de mi idolo
Teen FictionMariana Esposito, 20 años. Fan de los Teen Angels y enamorada de uno de los integrantes, su gran ídolo, Peter Lanzani. Su sueño es conocerlo ¿podrá cumplirlo?