Me levanté a las 8 am como de costumbre. Seguí mi rutina con el trote de cada mañana. Siempre salía a dar un paseo para mantener mi forma física. Llegué al hotel 8:45, todos dormían. Desayuné y le puse play a una película en mi celular - con auriculares, claro, para no molestar a mis 4 compañeros- 10:00 am se despertó Nico. Hablamos un poco mientras él desayunaba. Pregunté sobre su noche, ya que todos habían salido y yo, como estaba cansado, preferí no ir. Así de a poco se fueron levantando los tres restantes.
12:15 salimos a recorrer las calles de Misiones. Nos frenamos varias veces con grupos de fans, hablamos, nos tomamos fotos, un par de autógrafos y seguíamos con nuestro camino. Además, mis compañeros capturaban locales y monumentos con fotografías; yo no, ya que no era muy tecnológico y dejé el celular en el hotel. Gastón y Euge fueron, como siempre, los que más gastaron. Mientras que yo y Nico, los que menos, comprobamos sólo cosas esenciales y ellos cualquier cosita que les guste.
Almorzamos en un restaurante de la zona y nos dirigimos a un antiguo escenario que aún estaba en uso. Desde afuera del sitio se escuchaba cantar una suave voz, imaginé que había gente ensayando. Sin darle importancia al "ensayo", nos permitieron el ingreso. Notificaron que había gente adentro y preguntaron si preferimos esperar, pero accedimos al ingreso.
Arriba del escenario no se encontraba ninguna artista ni nada, pero sí una conocida. Pareciera que estábamos destinados, de los cuatro días que estuve acá, la crucé tres. Era la petisa morocha que había ayudado en el supermercado, la que alcancé hasta una cabaña y, me di cuenta en ese momento, que también era la que "salvé" de ese asqueroso acosador.
Al vernos parados frente de la entrada, la pequeña dejó de cantar y se puso colorada. Pasó detrás del telón y reí suave junto a Euge. Mientras un señor nos explicaba la historia del teatro, yo escuchaba perfectamente lo que decía, pero no dejaba de pensar en aquella chica; creo que en una ocasión me había dicho su nombre, pero lo olvidé rápidamente. Ella no apareció luego de lo ocurrido. Al terminar la charla de unos 15 minutos, quedamos dentro del lugar para poder recorrerlo.
Iba con Gastón observando unos cuadros colgados en las paredes de los costados cuando él me invitó al escenario. Rochi se subió y bailó algo de tap dance mientras Nico la acompañaba. Euge hacía palmas mientras me miraba. Subí a divertirme con mis amigos. Me acordé nuevamente de la petisa y averigüe detrás del telón rojo si estaba. Nico me acompañó a revisar el típico lugar. Un pasillo largo con varias puertas, entré en cada una de ellas. En mitad del recorrido, el hombre del grupo que faltaba, se sumó a la investigación. No apareció por ningún lado. Aseguré, al ver una salida a la calle en uno de los cuartos, que se había ido.CUENTA LALI
Luego del desayuno, decidimos pasar un rato divertido los cuatro juntos, hicimos intentos de manualidades, jugamos a las cartas, algunos juegos de mesa y finalmente miramos una película. Ya hartos de estar en la cabaña, optamos por salir a almorzar. Elegí comer pastas, exquisitez de aquel lugar.
Mientras los chicos fueron a rentar bicicletas para dar un paseo, me hice una escabullida a un teatro de la zona. Antes de pasar, pregunté si el escenario estaba disponible, si se podía usar; al confirmarlo, entré. Había creo que tres personas nada más. No lo hubiese hecho en otro momento, pero en este, decidí tomar el micrófono que estaba en el parlante y canté una estrofa de una de mis canciones. En ese instante me liberé, sentí mi cuerpo flotar y una paz interna que nunca sentí. "No hay nada que decir ahora, ahora, ahora; no hay nada por llorar se terminó, el vacío nos quedó..."
Paré cuando vi pasar a un grupo de gente. Los cinco Teen Angels frente a mi, morí de vergüenza. En cualquier otro momento hubiese corrido hacia ellos y abrazarlos, pero ahora, que me vieron cantar, no imaginaba cruzarlos jamás. Me escondí tras los telones del escenario y escapé hacia una puerta que había localizado antes.
Volví con mis amigos que ya tenían las bicicletas listas. Me sorprendí y sonreí al ver dos bicicletas dobles, siempre quise andar en una de ellas, pero nunca tuve oportunidad. Candela aprovechó la situación y fue con Agus, mientras yo estaba emocionada por ir con Mery. Dimos un largo y buen paseo por calles de Misiones, hasta incluso, llegamos al bosque. No nos adentramos mucho, una parte por miedo y otra por el tiempo, ya iba a oscurecer.
Devolvimos las bicicletas y regresamos a casa para ducharnos y picar algo, ya que, una vez listos, salimos de fiesta.
Fui con un vestido rojo al igual que el color de mis labios y al conjunto de mis tacones preferidos. Optamos por ir, a pedido de Agustín, al Casanova Dancing Club. Un boliche cerca de las cataratas donde Candela y yo pensamos en voz alta, al mismo tiempo, que podíamos encontrarnos a los Teens. La diferencia es que ella lo dijo con felicidad y yo con mi inseguridad de que me hayan escuchado cantar.
Al llegar, pagamos el pase y nos dieron una pulsera que identificaba la entrada. Un lugar lleno de gente. Una barra larguísima y un segundo piso con disc jockey, luces led iluminando y música a todo. Mire atrevida a mis amigas y directo fuimos a bailar. Unos quince minutos después de mover las caderas, fuimos, cansadas, a tomar a la barra. Cande ya estaba con bronca por ver a Agustín bailando con otra chica, otra de sus noches perdidas. Mery se puso lo suficientemente ebria para subirse al parlante gigante y bailar, explotábamos de la risa. Agustín bailaba con su nuevo trance mientras que yo y mi otra amiga reíamos entre copas.
Eran apenas las tres Am, pero decidimos volver por Mery. Menos mal que no nos... retiro lo dicho, estaban los cinco Teens, nuevamente, frente nosotros. Candela gritó, yo me escondí avergonzada tras mis dos manos y Mery imitó a Can en burla ya que no entendía lo que pasaba. La primera en reaccionar se abalanzó sobre ellos y los abrazó, la otra comenzó a llorar mientras que yo sentí que me sacaban las manos de mi rostro. Peter - queeeee, ¿él estaba destapándome la cara con tanta dulzura? Me muero- podría haberlo besado, tan lindo su primer plano, con esa sonrisa hermosa que tiene.-Te conozco -afirmó él-
-Yo te veo cara conocida también -agregó Euge, milésima vez que me avergüenzo-
-Y yo a ustedes también les veo cara conocida - sumé y rieron- Los amo chicos -sonreí- Nos podemos tomar una foto? -pregunté ignorando sus afirmaciones-
-por supuesto -Contestó Nico.Casi me da algo en el corazón cuando, para la foto que iba a tomar Agustín, Peter paso su manos por mi cadera al posar. Exagerada yo? Cuando? 100% real que casi me desmayo. Cande y Mery -algo mal- también estuvieron en la foto, Para no tener que tomar varias.
- Listo -dijo el fotógrafo-
- Gracias - sonrió mi amiga sobria-
- No nos cuesta nada - siempre alegre Rochi -
- ¿Cómo andan? ¿Todo bien? -preguntó él, siempre educado, enfrente mío -
- Todo bien - respondió Can, miró a mi otra compañera - excepto ella - reímos - ¿Ustedes? ¿Disfrutando?
- Por mi parte, genial, y si, disfrutando mucho de mis amigos - acotó Ro-
- Yo también, todo bien, -se sumo Gas- pasando...
- AAAAY - gritó Euge interrumpiendo y me miró- ¿sos la que cantó hoy, no? - me preguntó y cambié de color-
- ¿Dónde cantaste La? - agregó Agustín-
- Emm si, yo cante -confirmé nerviosa, y asistieron- no debí haber hecho eso - susurré, pero Peter, que estaba frente a mi, escuchó-
- Tenes una voz fantástica, no creas que cantas mal, por lo contrario, lo haces muy bien - atacó él-
- Ajá, cantás hermoso - me estaba por desmayar con mis ídolos diciéndome que canto bien, debería haberlo filmado.
- Para mí también cantas muy bello -Rochi de nuevo. Me sonrojé-
-¿Por qué nunca te escuché cantar y ellos sí? -indignada estaba Candela-
- Deberías hacerlo, le sale espectacular -basta de halagos que me muero Nicolás -
- Gracias chicos, los quiero mucho, para mí no cantó bien y que ustedes me lo digan me emociona muchísimo -claramente comencé a llorar-
- Te invitaría a cantar y todo de ser posible - dijo Peter... sin pensarlo? Euge lo miro sorprendida-
- Con gusto lo haría, lástima que ustedes se desintegraron -aún estaba lagrimeando-
- Nunca digas nunca - wow ese comentario de Gastón me sorprendió. Por lo que entendí era su despedida ya que se iba a Los Ángeles. Sonreí -
- ¿Iban al boliche? - preguntó mi amigo-
- Estábamos y salimos para tomar un poco de aire - contestó rápido Nico- Mucha gente ahí adentro. ¿Ustedes? ¿Ya se iban?
- Ellos dos si, pero nosotras nos quedamos - ¿Qué? ¿Candela te volviste loca?.
- ¿Ellos dos? ¿Quiénes son? -interrogó Peter-
- Ella, como se ve, está medio mal - rió mirando a Mery- y bueno él ya está grande ¿vieron? Y la va a llevar a la casa - reímos todos- Pero nosotras dos - me señaló junto con sí misma- con nuestra alma joven, nos quedamos acá - afirmó y reí suave-
- Si quieren pasamos juntos - que le pasa hoy a Pedro? - bueno chicos, -miro a sus compañeros - ustedes también deciden, porque creo que su respuesta es obvia - claro que era un enorme sí -
-Sin problemas - dijo Nico -
-Si son fiesteras y lo saben mover, más vale - Eugenia mi religión, todos echamos una carcajada. Los demás asintieron-
-Bueno Agus, Mery, chau -comentó Cande rápidamente, que payasa- Candela yo y ella Mariana, Mari, Lali, la, como se les ocurra -me acababa de presentar demasiado mal-
-Chau chicas, disfruten -me pareció raro que Agustín nos haya dejado así tan libre, es demasiado sobreprotector-
-Chaito, gracia por le moment -Mery y su idioma ebria y reímos-
- ya me presentó, pero soy Mariana y me pueden decir Lali si quieren - prefería hacerlo de nuevo sola -
-Lindo nombre Mariana, me encanta -Rocío te amo-
-Muchas gracias - sonreí- sus nombres también me encantan - ella asintió en forma de agradecimiento -
- ¿Ya vamos entrando? - preguntó Gas- como que da mucho viento al lado de las cataratas - Eso era cierto-
-Si, si, hace algo de frío, mejor pasemos - aseguró Nico -Nos dimos cuenta que ellos tenían entrada V.I.P. mientras que nosotras, normal. El guardia claramente nos frenó pero, tan hermosos ellos, entre Gas y Peter pagaron la diferencia de plata en la entrada. Les afirme que les devolvería el dinero
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Enamorada de mi idolo
Teen FictionMariana Esposito, 20 años. Fan de los Teen Angels y enamorada de uno de los integrantes, su gran ídolo, Peter Lanzani. Su sueño es conocerlo ¿podrá cumplirlo?