Estábamos sentados en una lona, enfrentados, tomando mate y charlando- ¿Y ahora qué hacemos? - no entendí a que se refirió
- ¿Qué hacemos con qué? Esperar a que vuelvan los chicos - respondí inocente. Se arrodilló y pegó un salto para colocarse a mi lado.
- Con esto que nos pasa -lo noté mirando mi boca mientras yo miraba sus brillosos ojos verdes- Te dije que te amaba y de verdad lo siento así - No salían las palabras de mi boca - Se muy bien que solo te quedas diez días más y yo no pienso desperdiciarlos. Quiero estar con vos las 24 horas del día. Quiero reírme, hablar y tomar mate con vos hasta las cinco de la mañana, para dormir en cucharita hasta las dos de la tarde. Almorzar juntos, explorar juntos, merendar juntos, pasear juntos, cenar juntos, volver a casa y nuevamente quedarme con vos hasta las 5 de la mañana. Quiero gritarles a todos que estoy plenamente enamorado de vos - mis ojos se aguaron de emoción- Quiero alegrarte cuando estés mal, hacerte reír para escuchar tu risa contagiosa, subirte a mis hombros y correr por cualquier lugar. Quiero secarte todas las lágrimas, tal como lo hice el primer día que te vi y como lo hago ahora - cumplió y arrastró su pulgar sobre mi mejilla secando una - Me flechaste desde el día uno y te convertiste en una de las personas que más me importan.
Acortó la distancia entre los dos y corrió un mechón de pelo de mi cara para atrás de la oreja
- Te amo - por fin las palabras salieron - Mucho - sonrío e intentó besarme pero puse mi mano en su pecho y lo alejé - Me encantaría dormir cucharita con vos - exhaló un risa y se acercó de nuevo- nos van a ver - advertí. Levantó sus hombros y revoleó los ojos.
Fue un beso tierno pero con más confianza y fuego que la vez anterior
-No te das una idea lo que soñé este momento - interrumpí y me besó de nuevo -
Excitado, salió del largo beso
- ¿Puedo? - no entendí- no hay nadie, dale -hizo un puchero y morí de amor- El que calla otorga - echó la vista al lago- La amo - gritó estirando la última letras-
- ¿Vos estas loco? - reí-
- De amor por vos - me robó un pico y me fue inevitable sonreír- ¿Vamos? Supongo que ya vuelven
- Uy si, por favor
- Y vos venís conmigo - reí-
- Obvio - le tomé la mano y nos dirigimos a la orilla donde habían partido nuestros amigos. Me descalcé y sumergí mis pies en el agua- Vení que te quiero decir una cosa - lo llamé-
- ¿Que? - se enfrentó a mi-
- Más, dale - insistí. Alzó sus cejas y dio un paso- Es que - pateé el agua y moje sus bermudas. Eché una carcajada ante su cara sorpresiva.
- Ah, ¿sí? ¿Querés jugar? juguemos entonces - desafió y reí-
En un rápido movimiento me colgó de su hombro como una bolsa de papas y me quejé mientras reíamos
- Ahora vas a ver eh - dijo caminando-
- No no no, no me tires ey, no se te ocurra tirarme al agua
- Ah, buena idea, no se me había ocurrido- maldije y me bajó-
- ¿Que? No hiciste nada
- ¿A vos te parece? - alcé los hombros- te hice esto - me besó y sonreí entre en medio
- Como estamos eh - se escuchó el gritó de Nico a lo lejos y me separé avergonzada. Vi a Mery festejando. Él se dio vuelta con una sonrisa triunfadora y nos dirigimos a ellos-
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Enamorada de mi idolo
Teen FictionMariana Esposito, 20 años. Fan de los Teen Angels y enamorada de uno de los integrantes, su gran ídolo, Peter Lanzani. Su sueño es conocerlo ¿podrá cumplirlo?