| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️

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Salgo de la tienda de pastelillos con una bolsa en la mano cuando me detengo al ver algo que llama mi atención. Camino hacia la parada de autobuses, parpadeando varias veces para asegurarme de que lo que estoy viendo es real.

Me planto frente al mupi y, de todos los chicos que aparecen, mis ojos solo detallan al de cabello negro y ojos de arcoíris. Parece como si me estuviera observando, y ese pensamiento hace que mi cuerpo se erice por completo.

Es un panel publicitario, uno en el que Rockers aparece junto a los chicos de Black Lagoon promocionando la gira. La sonrisa de Jake es malvada pero encantadora. Lo último que he sabido de ellos es que han estado ensayando bastante, lo cual me emociona porque significa que las cosas van bien. No he recibido llamadas, mensajes ni absolutamente nada desde la noche en que apareció en mi habitación cuando recién salía de la ducha.

En estos días no he dejado de repetirme que es lo mejor y que no debería mostrarme afectada cuando está claro que no tenemos nada, pero en momentos como estos me entra la crisis adolescente en donde lo único que quisiera es verlo entrar por mi ventana.

Saco mi móvil y le tomo una foto al mupi. Se la envío a Taylor y ella no tarda en responder, mencionándome que es una locura y que no termina de creerse el hecho de que su novio sea una estrella del rock. Rio mientras tecleo una respuesta.

—Estás loca —leo en voz alta antes de darle enviar.

Vuelvo a observarlo, mordiéndome el labio mientras bajo la vista hacia el móvil. ¿Debería hacerlo? ¿No me vería muy insistente?

Es solo una publicidad. Además, cabe la posibilidad de que aún no lo haya visto.

Le mando la imagen y pongo el móvil en silencio para no distraerme con la espera de su respuesta. Empiezo a caminar y no he llegado a la esquina cuando vibra en mi bolsillo. Lo saco enseguida, entrando al chat.

Jake: Ya los he visto. Están por toda la ciudad.

Su respuesta es cortante, o al menos eso parece. Escribo una respuesta, pero la borro antes de enviarla. Intento con un «Vale», pero también lo borro. Me exaspero a tal punto de volver a guardar el móvil en el bolsillo sin responder nada.

Detengo un taxi en la calle y me subo, dándole la dirección de mi casa. Mi bolsillo vibra y saco el móvil con flojera, pero mis ojos se abren al ver que es un mensaje de él.

Jake: ¿Quieres decirme algo?

Arrugo la frente mientras escribo.

Mila: ¿Ah?

Jake: ¿Por qué estabas escribiendo y borrando?

Mila: No estaba escribiendo y borrando.

Miento.

Jake: Está bien. Entonces supondré que imaginé verte escribir y borrar desde el chat.

Mila: ¿Estabas pendiente de mi chat?

Jake: Tal vez.

Mila: Eso no es una respuesta.

Jake: Tampoco lo es: "¿Ah?"

Decido ignorarlo, pero cuando vuelve a escribir, reviso el móvil rápido.

Jake: ¿Qué harás esta noche?

Mila: Tengo una cita.

Digo la verdad.

Tengo una sonrisa en el rostro, pero desaparece cuando veo que lee el mensaje y luego se desconecta del chat. Levanto la vista y veo que estamos entrando en mi calle. Mi móvil vibra de nuevo, pero no es un mensaje, sino una llamada entrante.