13 - ★

28.9K 2.4K 425
                                    

━━━╰☆╮━━━

Ella me mira y siento como si no hubiera otro lugar al que dirigir mi mirada. Me quedo allí, de pie junto a la ventana, bajo su mirada imponente de desaprobación. Cuando está a punto de decir algo, cierro los ojos y me preparo para lo peor.

—¿Dónde te habías metido?

Reúno algo de valentía y la enfrento, mirándola a los ojos.

—Estaba en casa de Taylor —respondo, tratando de sonar convincente.

Fue lo primero que se me ocurrió decir en ese momento tenso.

—¿A esta hora? —Cruza los brazos, es claro que está molesta—. ¿Y qué estaban haciendo?

Se nota que ha estado esperándome durante mucho tiempo. Lleva puesta su bata y sus ojos reflejan el cansancio acumulado.

—Estábamos estudiando. No te pedí permiso porque sabía que no me lo hubieras dado —digo, tratando de evitar la confrontación—. Mañana comenzamos los exámenes y Taylor... Bueno, ya sabes cómo es. Necesitaba mi ayuda.

—No me lo creo.

La miro en silencio, consciente de que nada que diga la hará cambiar de opinión.

—Respóndeme una última cosa —nuestras miradas se mantienen fijas—. ¿Y tus libros? —No digo nada—. Estoy esperando una respuesta, Mila.

—Se los dejé a Taylor —miento de nuevo y miro al suelo al hacerlo.

—Mientes —niega, molesta.

—No estaba haciendo nada malo. ¿Podrías confiar en mí, por favor? —pido.

—¿Confiar en ti después de lo que hiciste la última vez? —Su voz se quiebra y, de la nada, empieza a llorar.

—Ya ha pasado bastante tiempo. Necesitas...

—¿Dejarlo ir? ¿Superarlo? ¿Tú lo has hecho? —Siento que me ahogo con mi propia respiración—. Eso pensé —Se limpia las lágrimas con la mano—. Estás castigada. De la casa al instituto y del instituto a la casa.

—¿Dejarlo atrás? ¿Superarlo? ¿Tú lo has logrado? —Siento que me ahogo con mi propia respiración—. Eso pensé. —Se seca las lágrimas con la mano—. Estás castigada. De la casa al instituto y del instituto a la casa.

—Mamá...

—Es una orden, Mila. Sin discusión —sale de mi habitación, cerrando la puerta tras de sí.

«Aguanta, aguanta, aguanta», me repito a mí misma. Sin embargo, no puedo contenerme y me dejo caer de rodillas, permitiendo que las lágrimas fluyan. Los recuerdos empiezan a inundarme y solo puedo pensar en que ella tiene razón: yo tampoco lo he superado. Nunca podré superar lo que ocurrió.

Nunca.

***

Esa mañana, mi mamá me llevó al instituto. Durante todo el trayecto no intercambiamos palabras y tampoco me despedí al bajarme del coche.

Entré al salón de clases y me dirigí a la última fila, tomando asiento en uno de los escritorios diseñados para dos personas.

Aunque algunos compañeros me saludaron y fui amable en mi respuesta, en realidad no considero que tenga amigos. Si no fuera por Taylor, estaría completamente sola. Aunque incluso ella se alejó en un momento difícil, luego volvió.

Me distraigo de mis pensamientos cuando presto atención a la entrada. La profesora entra al aula junto con Taylor, quien pasa rápido junto a ella y se sienta en el mismo escritorio que yo.

| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora