| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️

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Ellos guardan silencio, yo también, y solo juego con la comida mientras la miro. De repente, mamá hace un sonido de fastidio con el tenedor, lo cual me hace levantar la mirada y encontrarme con su expresión de enojo. Trago saliva y desvío la mirada hacia papá.

—¿Puedo retirarme? —pregunto.

—No has comido nada. —Señala mi plato.

—No tengo hambre.

Me mira y hago lo mismo, suplicante. Él hace un gesto de tristeza y asiente.

—Está bien.

Mamá no dice nada, solo niega con la cabeza mientras se lleva el tenedor a la boca y continúa mirándome con desprecio.

—Gracias, papá. —Me levanto y me dirijo hacia las escaleras. Sin embargo, me detengo a medio camino al escuchar su conversación, segura de que no me ven.

—Piensa que somos unos tontos —la escucho decir—. Se olvida de que nosotros también fuimos adolescentes.

Está muy molesta conmigo.

—No podemos hacer nada... Ha pasado por mucho. —Papá trata de defenderme.

—Hemos sufrido al igual que ella, pero parece que no entiende que lo que le sucede, a nosotros también nos afecta... ¿Qué hicimos mal, Martin?

Y empieza a llorar.

—Cálmate. No hemos hecho nada mal... Son solo cosas que suceden. —La voz de papá es suave, incluso dulce.

—Me odia —solloza mamá.

«Yo no te odio», pienso.

—No te odia.

—Sí lo hace...

Decido no seguir escuchando porque esto me afecta y no me siento bien. Voy a mi habitación y cuando abro la puerta, me encuentro con Jake.

—¿En qué viniste? —Él sigue exactamente donde lo dejé: en mi cama.

—Moto.

Hago una mueca de fastidio y lo nota, pero no dice nada.

—Necesito salir, ¿quieres venir?

No responde y se levanta de la cama, caminando hacia la ventana.

—Tú primero.

Niego con la cabeza.

—Tú saldrás por ahí, y yo lo haré por la puerta —indico antes de salir de nuevo. Sin embargo, me detengo a mitad de camino y lo miro—. Por favor, asegúrate de que no te vean —añado antes de marcharme.

Desciendo las escaleras y cuando llego a la puerta principal, ambos me observan.

—Voy a salir a tomar un poco de aire.

—No vas a ir a ninguna parte. Estás castigada —dice mamá, mientras papá simplemente me mira.

—Lo sé, pero... pero solo daré un breve paseo. No me siento bien y necesito... —Pienso en lo único que deseo—. Respirar bien. ¿Es tan difícil entenderme?

Y no les estoy mintiendo. Siento que, si no salgo de aquí, me dará un ataque de ansiedad y eso que hace mucho que no me dan.

—Déjala ir. —Las dos miramos a papá al mismo tiempo—. Lleva tu móvil contigo. —Se lo enseño porque lo cogí antes de salir de mi habitación y él asiente.

Mamá se frota la frente con la mano y papá ajusta sus gafas. Ambos parecen agotados y, por primera vez, siento que compartimos algo en común.

Salgo de mi casa y comienzo a caminar sin saber realmente hacia dónde voy. Sigo avanzando, un paso tras otro, hasta que me sobresalto cuando un cuerpo sale de unos arbustos a mi costado. Al darme cuenta de que es Jake, lo ignoro y continúo caminando.