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El viernes llegó más rápido de lo esperado. No he visto a Jake desde que hablamos y no sé si debería tomarme en serio lo que dijo sobre que hoy tengo que darle una respuesta.
—No puedo creer que no haya perdido nada y todo gracias a ti. —Taylor me abraza por enésima vez—. Eres la mejor amiga del mundo.
Ajusto mejor la mochila en mi hombro.
—¿Qué planes tienes para las vacaciones? Las pasaremos juntas, ¿verdad? Porque es verano y nosotras... ¡Oh! Olvidé contarte que Matt nos invitó a una fiesta esta noche. ¿Vamos a ir?
—Estoy castigada.
La mención de eso solo me hace volver a pensar en Jake, lo cual me pone nerviosa y aún sigo sin entender la razón.
—Pero ¿iremos igualmente? —insiste, y la miro mal mientras ella solo me sonríe.
El coche de mamá aparece y se estaciona frente a nosotras.
—Adiós —le digo mientras me alejo, dándole una última mirada antes de subir al automóvil.
—¿Cómo te fue en los exámenes? —pregunta mamá, saliendo del instituto enseguida.
—Bastante bien —respondo de manera neutral. Sin emoción ni nada.
Reposo la cabeza en la ventanilla y cierro los ojos.
—Me alegra —Y al decirlo, no sé si lo imaginé, pero pareció sonar amable.
***
Nos detuvimos detrás de la gran cantidad de automóviles estacionados frente a la casa. Taylor y yo salimos del coche al mismo tiempo y nos dirigimos hacia la entrada, la cual reflejaba luces destellantes a través de la ventana y música que llenaba toda la cuadra.
—Ya le escribí a Matt que llegamos —dijo, guardando su móvil en su cartera.
—¿De quién es la casa? —pregunto.
—Matt me dijo que pertenece a una amiga de ellos —respondió—. Hoy es su cumpleaños.
—¿Y está bien que estemos aquí? Digo, no la conocemos.
Ella se encogió de hombros.
—También se lo mencioné a Matt, pero dijo que no nos preocupáramos.
Llegamos a la puerta y tocamos. Minutos después, una chica de cabello rubio y largo, y ojos azules nos abrió, dándonos la bienvenida. Estaba borracha; eso se notaba, y nos sonrió como si fuéramos sus amigas de toda la vida.
—Bienvenidas a mi fiesta, adelante. —Sonreímos y pasamos, quedándonos a un lado de la puerta para observarla.
—Feliz cumpleaños —dijimos Taylor y yo al mismo tiempo, y nos miramos divertidas porque fue algo espontáneo.
La chica hizo como si fuera a llorar y se acercó, abriendo los brazos para abrazarnos a las dos.
—Al fin llegaron. —Apareció Matt, claramente contento de ver a Taylor. A mí me regaló una sonrisa amable—. Creí que estabas castigada, Mila.
Miré a Taylor, y ella se encogió de hombros. Claro que fue ella quien se lo dijo.
—Sigo castigada, en realidad. —Me rasqué la frente, incómoda.
No se suponía que esté aquí, y lo sé, sé que está mal, pero... Las ganas de ver a un arrogante chico, de sonrisa encantadora y cara de culo, me ganaron. Además, mis padres salieron a cenar con unos amigos, por lo que lo más probable es que lleguen muy tarde, ebrios y tan cansados que no tengan ganas de entrar en mi habitación para verificar que esté en casa.
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| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️
RomanceEn una noche llena de energía y pasión, un ardiente concierto de rock se convierte en un torbellino de emociones. El escenario se enciende con la presencia de un vocalista irresistible, malhumorado y cubierto de tatuajes, cautivando corazones y atra...