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Nos miramos fijamente. Su expresión reflejando un claro disgusto.
—¿Qué estás haciendo? —repite al ver que no respondo.
—Nada —digo, soltando lo que tengo en la mano.
—¿Por qué estás leyendo mis canciones?
—No sabía que eran tuyas. —Se acerca a mí, lo suficiente como para ver los tres colores en sus ojos.
—Estás en mi habitación. —No aparta la mirada de mí.
—No sabía que era tu habitación —miento, sin saber cómo liberarme de esto.
Aprieta la mandíbula de una forma que, de no ser por mi muro de defensa activado, me habría quedado hipnotizada mirándolo.
—Eres una cotilla. —Entreabro la boca y los ojos, ofendida.
—¿Cómo me has llamado? —Doy un paso hacia él, intentando acercarme más a su rostro, aunque su altura dificulta mi tarea.
—Lo que oíste. —Me mira de frente, acercándose cada vez más... Muy cerca, de hecho.
—Repítelo —lo desafío—. A ver si tienes los suficientes pantalones.
—Tengo, pero puedo quitármelos si quieres... Ya sabes, tal vez jugar a ser un sexi vampiro chupa venas.
—Es chupa sangre —digo con orgullo, pero luego parpadeo y me doy cuenta de lo que acabo de decir.
No me estoy ayudando.
—Es lo mismo. —Sé que él sabe que no es así, pero se nota claramente que solo busca molestarme.
—Hablar contigo resulta tan desagradable. —Sus ojos destellan y no estoy segura si es por la rabia o por la diversión que trata de ocultar al notar que he cambiado de tema.
—Si te desagrado tanto, ¿por qué no te largas entonces?
Coloco las manos en mis caderas y lo miro enfadada.
—¿Y por qué no te largas tú? —Ladea la cabeza y de repente, parece que no puede contener la diversión, ya que su comisura se eleva, aunque simula indiferencia muy rápido.
—Porque esto es mi casa y mi habitación, idiota.
Levanto la rodilla y le propino un golpe directo en la entrepierna.
—¡No vuelvas a llamarme idiota, idiota! —Salgo de su habitación y bajo corriendo las escaleras.
Busco a Taylor sin éxito, hasta que unos sonidos provenientes de la parte de atrás captan mi atención. Salgo y los encuentro junto a una gran piscina. Una sonrisa de alivio se dibuja en mi rostro mientras me acerco a ellos.
—Tay...
Mi boca se llena de agua, al igual que todo mi cuerpo. Estoy empapada, ¿por qué estoy empapada? Siento que me ahogo y nado hasta la superficie, encontrándome con las miradas sorprendidas de Matt y Taylor.
¿Qué demonios...?
Dirijo la mirada hacia el otro lado y allí está, el responsable de mi caída. «Me empujó a la piscina».
—¡Eres un imbécil! —grito, golpeando los puños contra el agua.
—¡Tú te lo buscaste! —Se sostiene la entrepierna con una mueca de dolor.
—Ahora que lo recuerdo... —Sonrío para provocarlo tanto como él me provoca a mí—, quería ir al baño, ¿recuerdas?
Jake abrió los ojos y negó con la cabeza de inmediato. Matt y Taylor se empezaron a reír.
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| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️
RomanceEn una noche llena de energía y pasión, un ardiente concierto de rock se convierte en un torbellino de emociones. El escenario se enciende con la presencia de un vocalista irresistible, malhumorado y cubierto de tatuajes, cautivando corazones y atra...