| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️

19 - ★

━━━╰☆╮━━━

Nos miramos en silencio, desafiándonos. Siento su enojo mientras yo también experimento la misma emoción, por lo que no bajo la guardia.

—El plan no funcionó —escuché a Tom decirle a la chica de cabello azul.

—Para nada. Creo que incluso se detestan más —Hago como si no los escuchara mientras me doy la vuelta y comienzo a caminar, justo cuando los demás también lo hacen.

Volteo la cabeza para mirar por encima del hombro y veo a Jake conversando con Loren, pero no logro escuchar lo que dicen. Sostiene su camiseta en la mano y no puedo evitar observar cómo más de una chica se lo queda mirando con fascinación. ¿Por qué tiene que ser tan... tan...? ¡Ah! No quiero decirlo.

Aparto la mirada y mis ojos se posan en Tom besando a la chica de cabello azul. Aunque sé que no es asunto mío, la curiosidad me gana.

—¿Es tu novia? —le susurro sin que ella se dé cuenta.

Aunque la veo voltear la cara para mirarme y me regala una sonrisa. ¿Será que me escuchó?

—Solo es un ligue —dice él con coquetería, tomándola de la mano y siguiendo a Matt y Taylor.

Me quedo sola, observando la feria mientras camino.

—¿Te dejaron sola? —Loren llega a mi lado y me regala una media sonrisa.

—Un poco —le devuelvo la sonrisa.

—Quédate con nosotros —Tira del brazo de Jake para que se mantenga junto a nosotras.

Una chica rubia silba mientras pasa junto a Jake, mirándolo descaradamente y guiñándole un ojo cuando él la nota, pero solo la escanea con la mirada en un instante y luego vuelve la vista al frente. Deshago el nudo en mis puños al darme cuenta de que los había apretado.

—No quiero molestarlos —dirijo mi atención a Loren.

—No lo haces —Niega con diversión—. Me agradas. Eres la única que no se deja intimidar por este idiota, aparte de mí. —Señala a Jake.

Si supiera que en realidad sí me intimida, pero hago un esfuerzo enorme para que no se me note en lo más mínimo.

***

Ya había oscurecido. Las horas habían pasado demasiado rápido y aún no habíamos ido por el peluche, pero no insistí, pues pensé que sería mejor hacerlo cuando nos fuéramos de la feria.

Traté de ignorar a Jake en la medida de lo posible. Y cuando llegó el momento de irnos, se acercó y me dijo que fuéramos a por el panda, aunque él lo llamó «La maldita cosa».

Los demás nos siguieron hasta la carpa y cuando Jake preguntó el precio, no mostró ninguna reacción. Sin embargo, era costoso, bastante, pero a él pareció no importarle. Me lo entregó de mala gana y lo recibí con una gran sonrisa.

Mientras caminábamos hacia el estacionamiento, noté que se ponía de nuevo la camiseta. Yo, por fortuna, ya estaba seca. Nos acercamos a dos coches, uno era la camioneta negra que ya conocía de Matt y el otro era un Porsche plateado, supuse que era de Jake porque sacó las llaves de su pantaloneta, desactivó el seguro y se subió al asiento del conductor sin despedirse de nadie.

Dejé de mirarlo para concentrarme en lo que los demás hablaban. Estaban organizándose para decidir quién iría con quién. Me acerqué a la chica de cabello azul, la miré y recordé que todavía no le había preguntado algo. Tal vez sea tarde, pero igual no pierdo nada haciéndolo.

—¿Cómo te llamas? —pregunté. Ella sonrió, mirándome a los ojos.

—Me llamo Azul.

—¿Estás bromeando? —Abrí los ojos, mirándola a ella y a su cabello repetidamente.