| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️

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—¿Sobre qué quieres hablar? —pregunto.

—Samantha. ¿Alguno de los chicos te ha mencionado algo sobre ella? —Niego con la cabeza—. Es la mujer que nos contactó para presentarnos en el festival —explica—. Le hemos informado sobre tu participación, pero ha solicitado algunos datos tuyos. —Saca un papel de su bolsillo trasero y lo despliega—. Tenía la intención de dártelo esta mañana cuando nos vimos en la cabaña, pero se me olvidó.

—¿Qué datos?

Espero que no sea lo que estoy pensando.

—Lo básico. Una copia de tu identificación y datos de contacto. Pero hay otra cosa —Me entrega el papel para que pueda leerlo—. Dado que eres menor de edad, es necesario que uno de tus padres firme para que puedas cantar con nosotros.

Sí, es exactamente lo que temía.

—Jake... —No tengo idea de cómo empezar—. Mis padres no saben y no pueden enterarse de que voy a hacer esto.

—Eso es lo que supuse, pero este tipo de cosas son serias, Mila —Parece un poco estresado al no poder hacer nada para evitarlo—. Le pregunté a Samantha si sería posible que te presentaras sin el permiso, pero dijo que no.

Aparto la mirada, fijándome en cualquier cosa que no sea él.

¿Qué se supone que haga ahora?

—Si necesitas que te apoye, no hay problema. Puedo hablar con ellos ahora y...

—No será necesario —me levanto, dejando el papel sobre el escritorio—. Lo tendrás firmado antes del concierto.

—¿Estás segura? —Frunce el ceño, levantándose también y colocándose frente a mí.

—Muy segura, así que no te preocupes —Finjo una sonrisa y él parece calmarse un poco.

—Si las cosas se complican...

—No lo harán.

Duda, pero parece rendirse.

—De acuerdo... —me observa y hago lo mismo, sintiéndome un poco incómoda.

—¿Hay algo más que quieras decirme?

—No —sigue mirándome y, por la forma en que lo hace, mi cuerpo empieza a reaccionar, sintiendo un cosquilleo desde el vientre hacia abajo.

—¿Ya te vas? —señalo la ventana y él sonríe, acercándose más.

—¿Quieres que me vaya?

—Debes ir a prepararte para el show.

—No respondiste a mi pregunta.

—Tú tampoco la mía —contraataco. Nos miramos y, cuando creo que es suficiente, lo empujo suave, guiándolo hacia la ventana—. Nos vemos en unas horas, Jake.

Me regala una sonrisa y sale, aferrándose al árbol. Me acerco, apoyando los brazos en la ventana mientras lo veo descender.

Camina sin prisa hacia su motocicleta y se sube, encendiéndola. Antes de arrancar, me dirige una rápida mirada. Luego acelera a toda velocidad y desaparece en la distancia.

Exhalo un suspiro y regreso al escritorio, tomando el papel y preparándome mentalmente para lo que tengo que hacer.

***

Tomo la pluma y observo el papel que está a mi lado, imitando la firma que hay en él. Hago dos pruebas rápidas y, cuando siento que lo he hecho perfecto, lo realizo en el papel que me dio Jake. No tengo otra opción. Es evidente que mis padres no me van a dejar, ni aunque suplique.