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Entramos en una sala rodeada de gente. Era pequeña, pero se sentía el olor a alcohol y marihuana en el aire. Había chicas semidesnudas por todas partes, una pantalla que mostraba la presentación en vivo de Black Lagoon y unos altavoces enormes por los que salía la música, llenando el ambiente.

Por un momento me sentí bastante inferior mientras observaba los cuerpos espectaculares de las diferentes chicas. Observé todo, inspeccionando a los grupos de personas y descubrí que no todos formaban parte de la gira, ya que de sus cuellos colgaban pases de acceso. Había sillas y sofás en todas partes de la sala.

Era una fiesta bastante animada. Hice una mueca de fastidio cuando unas chicas pasaron por nuestro lado y gritaron al ver a Jake. Él les sonrió solo un poco y una de las chicas, una pelirroja, se acercó a él y le susurró algo al oído.

Apreté los puños y concentré mi atención en otra cosa. Era evidente que las chicas eran algo más que simples "fanáticas". Vi a una tirar del lóbulo de la oreja de un chico y sentí asco al pensar que la mayoría de ellos probablemente están casados o tienen familia, pero aquí están, siendo infieles mientras tal vez alguien los esperaba en casa.

Estaba a punto de decir que me iría al autobús cuando Jake me tomó de la mano y me guio entre la multitud. Lo miré extrañada, pero él parecía concentrado en llegar a alguna mesa. Matt y Tom venían detrás nuestro y pude notar la mirada que Matt nos lanzaba, pero volví la vista al frente, dejándome guiar. Sentí un alivio cuando noté que la chica pelirroja se había ido.

Llegamos a una mesa y Jake fue el primero en sentarse, volviendo a tirar de mi mano para que me sentara junto a él. No estaba de humor e incluso en una mesa al fondo encontré a Enderson con una chica bastante joven sobre sus piernas. Y Enderson es un anciano calvo.

—Tal vez venir fue una mala idea —me atrevo a decir.

—¿Bromeas? —Tom niega—. Esto es genial. Observen a esas chicas en la barra. —Todos lo hacemos y me arrepiento enseguida.

Eran tres chicas en la barra, bailando juntas y derramando bebidas sobre sí mismas. Mis ojos se posaron en Jake, queriendo saber su reacción al verlas. Tenía los labios ligeramente entreabiertos, la mirada bastante oscura y uno de sus dedos golpeaba constantemente la mesa. Creo que notó que lo miraba porque volteó hacia mí y puedo jurar que sus ojos se oscurecieron aún más.

La sensación que sentía era horrible, pero soy una persona realista y no podía culparlo. Un chico no puede evitar excitarse al ver una actuación casi sexual entre chicas hermosas. Incluso yo estaría fascinada si me gustaran las chicas, porque eran espectaculares.

Sus ojos seguían concentrados en los míos y quería dejar de verlo, pero no podía, porque es tan...

—¿Te pasa algo? —pregunta y niego rápido—. ¿Segura? —Asiento—. No te creo. —Me encojo de hombros—. ¿Qué tienes? —Acerca más el rostro y observo sus labios.

—No me siento cómoda aquí —confieso.

—Nos iremos en un rato.

—Yo puedo irme y ustedes quedarse.

—No quiero que te vayas —susurra para que nadie aparte de mí escuche.

—¿Por qué? No es como si me necesitaras, porque según vi, ya tienes con quién pasar la noche.

No quería decirlo, pero mis labios se movieron por sí solos. Jake arrugó la frente y se veía realmente confundido hasta que relajó el semblante y sonrió de medio lado, mirándome fijamente al entender a lo que me refería.

| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora