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Lo observo sin decir nada. Ha estado con mi cuaderno durante un buen rato y me he dado cuenta de que se ha detenido en una página, leyéndola no sé cuántas veces. Sé qué canción es e intento mostrar normalidad para que no haga preguntas. Es una canción vieja, una que escribí cuando sentía que el mundo se me venía encima y no tenía escapatoria. Sin embargo, también habla de intentarlo y alzar mi propia voz.
Mueve los labios, leyendo en silencio. Baja el cuaderno y me mira a los ojos.
—¿Tú escribiste esto? —Voltea el cuaderno para que la vea.
—Sí —Juego con mi oreja, viéndolo volver a posar los ojos en las hojas.
—Es... —Se calla— Es muy buena.
—Gracias. —Sonrío, manteniendo los dientes apretados—. ¿Estás bien?
Esto debería ser raro para mí porque nadie ha visto mis letras aparte de Taylor. Sin embargo, no me siento mal por enseñárselas a Jake.
—Sí... —Niega un poco, llevándose una mano al cabello—. Es solo que... —Vuelve a negar como si aquello le pareciera innecesario decirlo—. Nada, déjalo así.
—Dime —pido.
—Solo... me parece que habla de ti. —Bajo la mirada cuando me mira y se pone de pie, ofreciéndome la mano con amabilidad. La miro, luego a él y la acepto, entrelazándola con la mía y levantándome del pufs—. ¿Te parece si la probamos?
—¿Cantarla? —Asiente—. Suelo hacerlo con el piano —Hago una mueca de vergüenza y él sonríe.
—Desde que lo vi en tu habitación he tenido curiosidad de escucharte tocar.
—Está bien —Me siento frente al instrumento y él toma asiento a mi lado. Nuestros brazos y piernas se rozan e intento apartarme un poco cuando siento una corriente en el cuerpo, aunque no lo consigo mucho debido al estrecho espacio que tiene la silla.
—Yo te sigo —dice.
Lo observo, pero tiene la concentración puesta en el cuaderno.
Respiro hondo y toco las teclas, trayendo las notas a mí. La melodía me envuelve, haciéndome pensar que estoy sola, y me dejo guiar por ellas. Canto la canción, entrecerrando los ojos y escuchando los sonidos que logran traspasarme el corazón, haciéndolo latir a gran velocidad.
Vuelvo a la realidad, deteniéndome y siendo consciente de que no estoy sola cuando escucho la voz de Jake. Tan suave y escandalosamente sexi por cómo entona, tomando el control de la canción y viéndose seguro al hacerlo.
Detallo su perfil sin dejar de tocar el piano. Sigue cantando, uniéndose a mi ritmo sin ningún tipo de problema y vuelvo a cantar, fusionándome con él.
En el silencio, oculté mi dolor
Un mar de lágrimas, un alma en temor
Grité por dentro, nadie me escuchó
Pero ahora es tiempo de alzar mi voz
Sus labios carnosos, sus pestañas largas y onduladas, su mandíbula que invita a morderla con solo mirarla, su nariz perfectamente redondeada y sus ojos... cuando voltea a verme, unos ojos que parecen arcoíris, y en los cuales me sumerjo hasta el final de la canción.
No decimos nada, ninguno de los dos. No sé si estoy interpretando de forma correcta sus intenciones, pero podría jurar que ha acercado su rostro. Toso, aparto la mirada y vuelvo mi atención al piano, fingiendo que no he notado nada.
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| 1 | LOVE: LA NOTA PERFECTA ✔️
RomanceEn una noche llena de energía y pasión, un ardiente concierto de rock se convierte en un torbellino de emociones. El escenario se enciende con la presencia de un vocalista irresistible, malhumorado y cubierto de tatuajes, cautivando corazones y atra...