Cap. 37

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Narra el autor

El amanecer que poco a poco llega a la mágica tierra de Ekuestria. En medio de un claro con un pequeño riachuelo se encuentran dos amantes que pasaron la noche abrazados mutuamente, sintiendo el calor que le brinda el otro.

Uno de estos era una hermosa alicornio de piel oscurecida que se perdería en la hermosa noche, su melena era violeta con pequeñas estrellas en ella. El nombre de esta hermosa criatura es Luna.

El otro es un zorro de pelaje grisáceo que cuenta con un medallon negro. Posee en su pelaje puntas rojas. Su pelaje más largo llegaba hasta la tierra pero antes de la paté final se encuentra sñuna orbe celeste. El nombre de este zorro es Dai.

Ambos se encuentran recostados en el césped. Luna quien poco a poco habré sus ojos por los primeros rayos del sol que aparecen probó a que se separe de su nuevo amante. Con un poco de dificultad logra abrir por completo sus ojos jade y primera acción es ver a su alrededor. Solo bastaron unos segundos para poder recordar el porqué estaba ahí en un primer momento.

Dai: *separándose un poco del beso* ¿No es obvio? De ahora en adelante tu eres mía y yo soy tu yo-- Después de hablar se hacer a nueva mente a Luna para continuar su beso lleno de amor algo que Luna respondió de igual intensidad.

Ambos amantes permanecieron abrazados, mientras que la suave luz de la luna llena les rodeaba siendo la primera testigo del nuevo y un poco extraño romance que comienza justo frente ella.

Un fuerte sonrojo cubrió su cara junto a una hermosa sonrisa por lograr recordar como la noche pasada fue sin duda alguna la mejor de su vida, superando por mucho la reunión que tuvo con su hermana después de muchos, muchos años. Por fin después de años estando sola terminaron para poder dar lugar a tener una relación amorosa con alguien que rompió cada uno de sus muros para evitar sentir una gran decepción o alguna clase de traición como normalmente le ha estado pasando en su juventud.

Pero ahora... Era más que feliz, su corazón antes frío y solitario ahora es cálido y lleno de amor por un zorro sobre protector.

Luna: Jijiji, al parecer a alguien le gusta dormir— Con una dulce y leve risa coloca su pata derecha delantera en la melena de Dai quien solo sonríe por la acaricia— ¿Sabes que es de mala educación finjir estar dormido?

Dai: ¿Que puedo mas puedo hacer para poder disfrutar de estar acostado con la hermosa madre de mi hija?— Tras esto proporciona un corto pero apacuonado beso en los labios de una sorprendida Luna quien no esperaba esa respuesta.

Tras la separación Luna aparta la vista para evitar que Dai vea su sonrojo que cubre sus mejillas y gran parte de su nariz.

Luna: N-no fijas eso de repente-- Con vergüenza y nervios contesta a Dai quien solo la ve con una sonrisa al ver lo avergonzada y nerviosa que esta su nueva pareja.

Dai: Jajaja por más que me gustaría seguir contigo en este lugar, tenemos que regresar, después de todo pasamos toda la noche fuera del castillo.

Con una sonrisa inocente habla sacando a Luna de su vergüenza... O mínimo algo, puesto que, aún mantiene un sonrojo por la imagen de ser la nueva madre de Amaya que está sentada frente a ella, igualmente sentada y con un poco más de panza y finalmente un Dai que la abraza con su brazo izquierdo.

Después de unos segundo más de imaginar comienza a caminar con Dai que se mantiene a su lado derecho disfrutando del tiempo guntos antes de entrar en una tormenta, que sin saber, se aproxima a ambos, una batalla que tanto Dai tendrá que combatir y una batalla que involucra el corazón del zorro en la cual Luna tendrá que librar.

Un Pokémon en un mundo de ponys?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora