-¿Cuánto pagaste por ella?.-La mirada de Jacob es sombría y sin expresión.
-QUE LES PASA A LOS DOS ACASO YO SOY UNA MERCANCÍA.-Grité histérica.
-Veinte millones..-Habla el hombre de traje.
-Te doy el doble y es mía...-Anuncia Jacob y los ojos de Emi...
—Será mejor que la señorita Mónica viva en otra parte o no se encuentren ambas por un tiempo...—Bernardo no quería meterse en los asuntos aún así sugirió.—Para ser honesto, como médico no le sugiero dar a luz al bebé. La niña está mal de salud y creo haber oído de Elizabeth que ella sufrió mucho en su primer embarazo. Ahora solo está en un cuarenta porciento, si no fuera por el bien de su hijo, le sugeriría abortar y esperar uno o dos años más...—Ajustó sus gafas y lo vió seriamente.
—¡De ninguna manera!.—Rugió Jacob furioso.—¡Ella nunca aceptará abortar! ¡Y yo menos!. No solo por el bien de mi hijo Benjamín sino porque no me da la gana. Es mi bebé y debes tener otras ideas...—Suspiró impaciente frotando su entrecejo.
—Por eso te dije que debes cuidarla bien. Y no molestarla...—Bernardo también suspira.—Sé muy bien de su enredo con Mónica... Pero de verdad, la salud de la señorita Emily no es adecuada para mantener al bebé en un ambiente tan malo... Piénsalo bien.—Palmeé su hombro.
Fin del flashback.
¡Ella está embarazada! Ella era tan débil y tenía que ser atendida.
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Jacob frotaba su entrecejo mientras está sentado en la sala de estar. Ha pensado muchas cosas y hay decisiones importantes que ya tomó. Así que cada una va a llegar en su momento.
—¡Emily! Emily!.—Una agitada Camila entró corriendo a la mansión.
—¡Señor no pude detenerla!.—Cecilia veía a Jacob aterrada por su posible reacción.
Él que estaba sumido en sus pensamientos no le mostró importancia. Agitó su mano y se dispuso a ver a Camila, pero detrás de ella entraba su primo Esteban. ¿Y éste porqué está aquí? ¿Vino con Camila? Están juntos?. Frunció el ceño y su naturaleza fría vuelve.
—¿Dónde está?.—Camila lo ve con odio.
—Está...—Jacob quedó atónito y con las palabras en la boca cuando amila subió corriendo sin dejarlo responder.
—¡EMILY!.—Ella se gira y corre a mis brazos.
—¡Camila!.—Solloza al verla.—¡Te extrañé mucho!.—Toco su carita y ella ríe.
—¡También te extrañé tonta!.—Acaricio sus mejillas y la vuelvo a abrazar.—Emily... Te noto pálida...—En éste momento entró Jacob y Esteban en silencio.
—Estoy bien...—Ella sigue sosteniendo mi cara y la examina de un lado a otro.
—¡Me estás mintiendo! ¡Porqué estás así!. Es él...—Señala furiosa a Jacob.—¿Te ha intimidado? ¿Que te hizo?.—Estaba ansiosa.—¿BENJAMÍN?. ¿Dónde está?.—Se paseó por toda la habitación.—Oh Dios mío no me digas...—Tapé mi boca.—Yo lo deje vivo... Dónde está...— —Está en un lugar seguro...—La pobre está tan preocupada.—No te preocupes él está bien...—Sonreí un poco.
