CAPÍTULO 67

385 10 0
                                    

Ese mismo día Emily fue enviada al hospital, directamente a quirófano. Todos llegaron y esperaban ansiosos porque todo saliera bien. Aunque fue una operación difícil, ella saldría bien.

3 semanas después.

Jacob pasó con Emily las veinticuatro horas del día con ella, poniendo celosas a las jóvenes y hermosas enfermeras y doctoras del hospital. Ella estuvo comiendo alimentos nutritivos y mucha agua. No le permitieron comer deliciosa comida francesa, italiana, o china. ¡Menos picante! ¿Era una paciente o un prisionero?.

—¡Jacob quiero salir del hospital!.—Emily tenía los labios apretados por los últimos pucheros de la semana.

Al ver que Jacob era indiferente, decidió cambiar de estrategia. Después de llevarse bien en éstos días sabía que él no puede ser persuadido por palabras dulces, pero no sería intimidado a la fuerza.

—Bebé... Déjame salir del hospital...—Con tono suave Emily saltó de la cama y se acerca hasta la ventana. Le rodeó la cintura con los brazos y entierra la cabeza en su cálida y ancha espalda.—Ya estoy bien mi poema...—Comenté coquetamente.

—¿Estás segura de que estás completamente bien?.—Pregunté tentativo sin responder a su abrazo.

—Por supuesto, puedo cuidar a Benjamín...—Susurro sonriente.

—¿Quieres probar antes de cuidar a Benjamín?.—Dándose lentamente la vuelta, Jacob presiona a Emily contra su pecho.

Con los hermosos ojos y las pestañas largas de Emily parpadeando seductoramente se veía encantadora a la luz del sol. Su mano grande repentinamente la agarró por la muñeca y la empujó hacia la cama a la velocidad del rayo. Su hermoso cuerpo lo apretó con fuerza.

Al escuchar sus palabras el aliento de Emily se aceleró y sus mejillas se pusieron rojas inconscientemente. Al ver su manzana de Adán rodando, sus delgados labios y rasgos angulosos  se ondularon seduciendo a la pequeña de inmediato.

—¿Quieres probar?.—Susurro sobre sus labios.

Al escuchar su sexy y pervertida voz, Emily no pudo evitar tragar saliva, sintió que su corazón latía desbocado y el enjambre de mariposas estaban como locas.

—Si lo intentas permitiré que salgas del hospital...—¡Dios mío! ¡Que tentación de voz!.

—Está bien. Pero no puedes volver a tu palabra...—Parpadeando sus largas pestañas le rodeó el cuello devorándolo en un apasionado beso. Emily lo besaba con tanta devoción y ternura que no quería dejar de besarlo.

—Por supuesto...—Quité su bata de hospital y agradezco que esté desnuda. Me ayudó quitando mi camisa y el pantalón. Tomo la colcha y me cubrí un poco.

—¡Ah! Jacob!.—Entró de una vez lento llenando mi cuello de besos y caricias mientras me penetra suavemente.—¡Jacob! Que rico...—Su largo y grueso pene me llena completa y yo me aferro de las sábanas.

—Beba...Ahhh!..—Se arquea y aprovecho para entrar completamente. La colcha ya está más abajo pero no importa. Seguí un poco más rápido y ella se mueve debajo como una erótica serpiente.—Sigue... Sigue... Emily.—Agité mi cabeza y las gotas de sudor caen por todo mi cuerpo. Me atrapa su estrechura y comienza a jadear apretando fuertemente más mi pene.—Sé que estás cerca...—Murmuro ronco y ella me muerde el hombro. Abrí más sus piernas y le dí un vaivén de caderas más rápidas y profundas tomándola por su cintura.

Peligrosamente Juntos... "Diamond Heart" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora